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El retrato de una mujer con pensamiento propio

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Una analista inteligente y polémica a quien valía la pena atender. Foto: Archivo El País

Esta noche a las 23, el canal para abonados HBO emite Con respecto a Susan Sontag, documental dirigido y producido por la cineasta independiente Nancy Kates autora, entre otros films, de Brother Outsider: The Life of Bayard Rustin, un film sobre el personaje del título, activista de la lucha por los derechos de los homosexuales.

Ese antecedente puede generar una ligera inquietud: la de que el documental se aferre a una agenda pro-gay, y agote la rica personalidad de Sontag en su bisexualidad. La directora Kates se ha encargado de adelantar, empero, que su interés por Sontag va, saludablemente, más allá de sus opciones sexuales. "Su muerte en 2004 me produjo una profunda tristeza", ha dicho Kates. "Sontag fue mi heroína durante mi juventud, igual que lo fue para muchas jóvenes de los 80 que no estábamos dispuestas a desempeñar un papel secundario respecto a los hombres. Cuando falleció, sentí que una voz importante había dejado el mundo y solo unos meses después, ya tenía claro que quería hacer una película sobre ella".

Es que Susan Sontag fue muchas cosas, y una buena película sobre ella debe dejar constancia de ello. Nacida en Nueva York el 16 de enero de 1933, hija de un matrimonio judío estadounidense, fallecida en la misma ciudad el 28 de diciembre de 2004, su obra abarca el ensayo, la novela, la dirección teatral y cinematográfica, y también la docencia, ejercida en varias universidades en las que estudió (Berkeley, Universidad de Oxford, Chicago, París, Harvard). A los diecisiete años se casó Philip Rieff tras un noviazgo de diez días, y la pareja tuvo un hijo, David Rieff, quien con el paso del tiempo se convertiría en el editor de su madre. Se divorciaron en 1958, y desde entonces sus abundantes relaciones amorosas (aunque no todas) se establecieron con mujeres, entre ellas la escritora y modelo Harriet Sohmers Zwerling, la dramaturga cubana María Irene Fornés, y la fotógrafa Annie Leibovitz, con quien convivió en sus últimos años y cuya cámara recogió, conmovedoramente, su larga agonía cuando el tratamiento contra el cáncer de mama al que se sometió desde los 43 años derivó en una leucemia que la llevó a la tumba.

No es eso lo que más le importa a la documentalista Kates, quien señala. "Mi intención no es convertirla en objeto de sensacionalismo, sino contar la verdad acerca de su vida sin simplificarla ni limpiarla en exceso. Si hubiera sido un hombre con un montón de amantes, nadie haría comentarios al respecto".

Sontag fue también una de las pensadoras más originales, provocativas y polémicas del siglo XX (pudo enojar a la izquierda bobalicona declarándose "amiga de Israel", y a la derecha idiota al preguntar si en los atentados del 11 de setiembre no habrá tenido algo que ver la política exterior de los Estados Unidos y al cuestionar las invasiones norteamericanas en Medio Oriente), y este documental reconstruye ese complejo retrato a través de numerosos testimonios de gente que la conoció (Annie Leibovitz, Agnés Varda, Noel Burch, otros), mientras Patricia Clarkson da voz a la propia Susan.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Una analista inteligente y polémica a quien valía la pena atender. Foto: Archivo El País

HBO emite esta noche un documental sobre Susan Sontag

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