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Rayo enfrentado a una tormenta

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Cars. Foto: Difusión

Se estrenó la tercera parte de las aventuras del bólido rojo de Pixar, el Rayo McQueen.

La primera fue una típica de la Era Dorada de Pixar. La llegada del Rayo McQueen (un impagable Owen Wilson en la versión original) al pueblito Radiator Springs tenía todos los elementos de los relatos sobre la caída de un soberbio protagonista que se da cuenta de lo "importante" en la vida cuando es obligado a compartir tiempo con gente presentada como sencilla y humilde, en un contexto casi rural, lejano al glamour de la ciudad.

Pero para la segunda, la historia de McQueen y sus amigos empezó a perder dirección. Como si el auto no estuviese bien alineado y balanceado, la secuela fue atípica para una casa como Pixar.

En primer lugar porque la empresa fundada por, entre otros, John Lassetter, era casi alérgica a las secuelas. Con la única excepción de Toy Story (hasta ahora, una de las mejores trilogías cinematográficas, todas las categorías), una de las características de Pixar era que no hacía secuelas.

Eso cambió en 2011 justamente con Cars 2. Ese año —un lustro después de que Disney absorbiera a Pixar— salió Cars 2 y enseguida se notó que el encanto y el rigor que caracterizó a la empresa que se ubicó en las afueras de San Francisco entre otras cosas porque no quería estar tan cerca de Hollywood, ya no estaba ahí.

Fue, para los fanáticos de Pixar, una desilusión. Todo el encanto de la primera se diluyó en una historia de espionaje industrial y supuesto alegato anticombustibles fósiles en el cual los personajes hablaban demasiado y donde la ida a Japón no tenía un pretexto narrativo de peso. Y eso que en la 2 estaba el mismísimo Lassetter como uno de los directores (el otro era Brad Lewis).

Cars 2 fue el primer bache. Tras ella Pixar sacó Valiente (2012) y Monsters University (2013, precuela de Monsters Inc.), dos películas bastante por debajo del nivel al que nos había acostumbrado el estudio.

Luego vino Intensa-Mente (2014) y pareció que el nivel volvía al ser el de antaño. Pero Un gran dinosaurio (2015) fue otro producto de fábrica. El estudio volvió a repuntar con Buscando a Dory, la secuela de Buscando a Nemo que tuvo a una Ellen De Generes en óptima forma en la versión original.

Ahora llega esta nueva aventura de McQueen. Teniendo en cuenta la montaña rusa de buenas películas y productos descartables que ha marcado el trayecto de la empresa en los últimos años, más de uno va a desconfiar de que Cars 3 consiga estar a la altura de la primera.

Por lo que se ha visto en los hasta ahora cinco adelantos que se han publicado en YouTube, el planteo es más o menos el mismo de Rocky 3: gloria de la competencia empieza su declive y al mismo tiempo surgen nuevos talentos que quieren un lugar bajo los focos.

Si en Rocky 3 esa "amenaza" era Mr. T, en Cars 3 se trata de Tormenta Jackson, o Jackson Storm, un nuevo corredor que se las trae. "Prepárense para lo que se viene", dice la voz en off del tráiler, y enseguida aparecen imágenes del nuevo auto, que, como buen "villano" que es, lleva colores oscuros. El nuevo oponente es moderno, lleno de tecnología y, tal como McQueen en la primera parte de la primera película, un agrandado importante.

Obviamente que el primer enfrentamiento termina con una humillación para el héroe, lo que le da a la película el pretexto para narrar el arduo y prolongado camino que lo va a llevar hacia la gloria una vez más.

Para hacer aún más patente el vínculo con Rocky 3, parte del entrenamiento del Rayo McQueen transcurre en una playa, tal como cuando Sylvester Stallone y Carl Weathers retozaban en la arena y el mar antes de la final y definitiva pelea contra Mr. T.

En el papel de nuevo coach para McQueen está Cruz Ramirez, una experta en motivación que en la versión original es interpretada por la actriz y comediante tejana Cristela Alonzo.

El director de esta nueva aventura es Brian Fee, un hombre de la casa: Fee estuvo en el equipo de Dirección de Arte de Wall E, Ratatouille y Cars, por lo cual cabe suponer que es un tipo que conoce la historia y la tradición de la empresa.

El elenco es de lo más lustroso, con Owen Wilson, Chris Cooper, Arnie Hammer y Tony Shaloub entre otros. Pero acá eso no importa porque la película vendrá doblada al español, con lo cual se perderá el aporte de esas estrellas en las voces de los personajes. Lo que sí permanece son esos "vroooom" que tanto gustan.

Los índices digitales de la nueva película.

Más allá de que sitios como Rotten Tomatoes o Imdb.com no son completamente fiables a la hora de evaluar críticamente películas, sí ofrecen un panorama sobre las tendencias en las opiniones sobre diferentes películas. En el caso de Cars 3, Rotten Tomatoes dice que el índice de aprobación de la película es 64%, lo cual no está tan mal, claro. Está muy por debajo del índice de Cars (74%), pero también está muy por encima del de Cars 2 (39%). ¿Será que Cars 3 está en el medio? Para el crítico David Frear, de la revista Rolling Stone, la nueva le entusiasmó mucho: "Al fin la marca Cars entrega una película que está a la altura del nombre Pixar". Pobre Frear. Está más perdido que perro en cancha de bochas. Pero lo cierto es que para él esta nueva entrega vale la pena el costo de la entrada al cine. Algo es algo.

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Cars. Foto: Difusión

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