ESTRENO LOCAL

El codirector de la película, Rafael Antonaccio contó cómo fue filmar su primera película que ya está en cartel

A mediados de 2015 los hermanos Rafael y Bernardo Antonaccio comenzaron a trabajar en el guion de En el pozo, que fue parte de la selección del Festival de Cine de Punta del Este y que ayer se estrenó en Sala B del Nelly Goitiño y salas comerciales. Es el primer largometraje de los hermanos que en 2016 habían realizado el corto Revólveres y rosas.

A la mitad de 2016 retomaron el guion, “lo chequeamos con amigos y empezamos la preproducción”, dice Rafael Antonaccio, que dirige la película junto a su hermano Bernardo.

Por tratarse de una película con pocos personajes y una misma locación, el esfuerzo se concentró en encontrar un buen elenco para esta historia que se ambienta en una cantera durante una cálida tarde de verano. Y lo que inicia como una tarde tranquila junto al agua, gracias a algunos hechos que se desarrollan en la trama, convertirán la jornada en una pesadilla para los protagonistas.

De esta manera, la película se convierte en un thriller, que los Antonaccio no querían convertir en una historia sobre un asesino en serie o personajes blancos o negros. “Queríamos que fuera algo natural, cotidiano y que los personajes fueran grises y reconocibles”, agrega Rafael. “Así llegamos a este thriller que habla de cosas como la violencia de género, pero no es una película sobre eso. La idea era que el espectador fuera a ver una película y que se enganche desde el principio”, señala.

Con el guion terminado y el elenco elegido, los directores se fueron “unos días para afuera para trabajar los vínculos de los personajes y su biografía, para que ellos pudieran darle vida en la película”, agrega el codirector.

La película, la filmaron en dos meses, entre diciembre de 2016 y enero de 2017 en las canteras de La Paz. “Fueron dos meses en los que habremos filmado 20 días. Aprovechamos esos días, cuando la gente de la construcción estaba de licencia, para trabajar nosotros. Los últimos días filmamos al atardecer, porque la historia lo requería, entonces tuvimos algunos días para filmar ese momento”, agrega.

Tras el estreno en Punta del Este y exhibiciones en Ginebra , Rafael reconoce que hay nervios por estrenar en Montevideo.

“Hay un poco de nervios pero tenemos confianza que la gente nos pueda acompañar. Te puede gustar más o menos, pero es una película en la que el público va a sentir un montón de cosas”, señala.

De esta forma, En el pozo se convierte en una película que, además de entretener permite hablar de otras temáticas. “Nos parece que lo interesante del thriller es eso, permite hablar con códigos de otros temas”.