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Polanski siempre está asociado con polémicas

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Román Polanski. Foto: AFP

Protestas por anuncio de que el polaco presidirá los César.

La designación de Román Polanski para presidir la ceremonia 2017 de los César del cine francés ha vuelto a despertar la polémica que persigue al cineasta desde hace 40 años, cuando fue acusado de abusar de una niña de 13 años en Estados Unidos.

La asociación feminista "Osez le feminisme!" criticó la decisión de la Academia del cine francés, denunció "la tolerancia social que existe todavía en Francia sobre el tema de la violación" y convocó una manifestación a las puertas de la Sala Pleyel el 24 de febrero, al inicio de la ceremonia.

Esta organización expresó su sorpresa por el artista elegido y preguntó a la Academia si realmente no había nadie en el mundo con una carrera suficientemente prestigiosa y una filmografía tan importante como para presidir la cita.

La exministra de Cultura Aurélie Filippetti tomó partido por el realizador francopolaco, una de las grandes figuras del Festival de Cannes y un personaje apreciado en la Academia del cine galo, que le dio ocho César, dos de ellos al mejor film.

La decisión responde a la "libertad absoluta de la Academia de los César" y los hechos ocurrieron hace 40 años, subrayó Filippetti en la emisora "Franceinfo", donde pidió que se deje al cineasta presidir la ceremonia y que no se exagere la importancia de una cita televisada y profesional sobre el cine.

Superviviente de la persecución nazi contra los judíos durante la Segunda Guerra Mundial, casado desde hace décadas con la actriz francesa Emmanuelle Seigner, el realizador, el segundo más premiado por la Academia, es autor de 21 filmes, entre ellos los famosos El bebé de Rosemary (1968) y Barrio chino (1974).

El director adjunto del semanario LExpress, Eric Mettout, estimó que las feministas se equivocan de combate en este caso, pues el director polaco-francés —que huyó de Estados Unidos en 1977 para evitar ser condenado a 50 años de cárcel— "no ha sido condenado por ningún tribunal".

En la web, cientos de tuits se pronuncian a favor y en contra del nuevo episodio del caso Polanski. Unos piden boicotear la ceremonia; otros simplemente recuerdan que el director confesó haber mantenido relaciones con Samantha Geimer cuando ésta tenía 13 años, pero no haberla violado, cargo del que no está acusado porque llegó a un acuerdo con la familia.

En algunos de sus viajes al extranjero desde Francia, donde encontró refugio, el director ha estado a punto de ser extraditado a Estados Unidos, donde sigue acusado de haber mantenido "relaciones sexuales ilícitas con una menor".

Curiosamente, el antecesor elegido para el cargo por la Academia fue Woody Allen, casado con Soon-Yi, una de las hijas adoptivas de su excompañera, la actriz Mia Farrow, y que fue acusado de haber abusado de Dylan, adoptada por la pareja, en un caso que fue cerrado sin cargos por la justicia.

La situación provocó en los últimos César un gélido momento cuando su presentador, en principio refiriéndose a Polanski, le dijo a Allen que era "un placer verle en Francia" y celebró lo mucho que había rodado en Europa "pese a no estar condenado por violación en Estados Unidos".

Criticado pero aún en activo.

A más de 60 años de aquellos primeros cortos en Polonia, Roman Polansky, a los 84 años sigue filmando. Ahora está terminando una adaptación escrita a medias con Oliver Assayas de Basada en hechos reales, la novela de Delphine De Vigan, la escritora sensación en la actualidad de las letras francesas. En el elenco están anunciados la señora Polanski, Emmanuelle Seigner, Eva Green y Olivier Martinez. La última película de Polanski estrenada en Uruguay fue La Venus de las Pieles sobre obra teatral de David Ives.

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Román Polanski. Foto: AFP

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