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Las pistas que dejó una misteriosa película uruguaya

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Regueiro y Giménez en una de las escenas. Se ha perdido el rastro de esta actriz.

En 1988 un cineasta “loco” rodó una película que cada año suma fanáticos.

El año pasado, una noche calurosa de noviembre, el Cine Universitario se llenó de jóvenes ansiosos por ver en pantalla grande una película de 1988 y con fama de ser la peor del cine uruguayo: Acto de violencia en una joven periodista. Se filmó en video y sin equipo técnico. Su director, Manuel Lamas, se hizo cargo de todos los rubros. Se lo recuerda como un "loco", fantasioso y pintoresco, que desapareció sin dejar rastros a fines de la década de 1990.

Nunca pudo estrenar ninguna de sus películas pero logró editar Acto de violencia en VHS, a duras penas y con total indiferencia de sus colegas y de la prensa. Sin embargo, el film empezó a conseguir fanáticos que la convirtieron en una obra de culto que, ahora más que nunca, se recomienda de boca en boca y de copia en copia, primero en su formato original y luego en DVD, hasta que en 2013 un viejo conocido de Lamas la subió a Youtube.

Los simpatizantes se multiplicaron. Por eso el Festival de Cine Detour organizó esa proyección y el sello virtual Nikikinki Records reunió a 18 bandas que grabaron dos discos a modo de homenaje. Según sus seguidores, juntarse para ver y hablar de Acto de violencia es un ritual.

Esa noche de noviembre, Flavio Lira (cantante de Carmen Sandiego y programador de Cinemateca Uruguaya) presentó el film para un público que desbordó la sala con ganas de aplaudir sus descabelladas escenas y repetir en voz alta las líneas de diálogo más emblemáticas. Lira dice que siente desconcierto y admiración hacia la película, "porque Lamas nunca tuvo la autocrítica como para decir no, es muy malo, y parar. Es la cosa más uruguaya que vi. Sus personajes discuten todo el tiempo qué es ser uruguayo y cómo ir por fuera del país gris".

Dada su devoción, creó una página de Facebook a través de la cual pudo contactar a uno de sus actores, y pidió la ayuda de otros hinchas para que la calificaran con el puntaje más alto en el sitio especializado en cine Imdb. Allí, Acto de violencia figura con una puntuación de 9/10.

Si no puede ver el video haga cick aquí 

Sin pistas.

Lo que sucedió durante esa función, y varias leyendas difundidas por sus seguidores, forma parte de Directamente para video, un documental que ideó Emilio Silva y que se propone investigar cómo se rodó el film, quién es su director y los mitos que lo envuelven.

Un amigo le mostró la película y fue amor a primera vista: apretó play en la videocasetera unas 30 veces más. Como otros fans empezó a interesarse por la historia de Lamas y sus actores, pero no halló ningún dato. Ni siquiera una certeza sobre el destino del director. Mientras una versión afirma que trabaja como eléctrico en Hollywood (algo casi imposible ya que tendría 80 años), otras dicen que murió indigente en una iglesia de Ciudad Vieja, donde se conservarían copias de sus obras. Se rumorea también que filmó animaciones para publicidad, documentales por encargo y hasta películas eróticas.

Un crítico de cine (que no quiso dar su nombre) que lo conoció durante su adolescencia, lo describe como un tipo denso que acostumbraba pasear por el centro de Montevideo arrastrando su cuerpo largo y desgarbado. Lamas aprovechaba los encuentros casuales para comentar sus ideas sobre cómo cambiar el negocio del cine.

Según comprobó Silva, rodaba animaciones en 16 mm, hacía los dibujos a mano, los animaba cuadro por cuadro, y después revelaba el negativo en una bañera de su casa. De esta manera abarataba un proceso carísimo. También creó un sistema para grabar voces en off sobre las imágenes registradas sin borrarlas. La técnica consistía en desmontar uno de los cabezales de la videocasetera.

Era parroquiano del Sorocabana y solía mostrarse con Blanca: la protagonista de su obra más famosa. Es que al parecer era una de sus parejas y, según la leyenda, actuaba y vendía las cintas eróticas que rodaban por dinero.

Referente.

"La programamos para celebrar que el deseo de hacer cine exista en nuestro país. Acto de violencia, con todos sus defectos, es una película que existe gracias a ese impulso", dice Juan Andrés Belo, director del Detour. El mismo punto de vista comparten Silva y también Agustín Ferrando, responsable de Tiranos temblad, que la eligió como su película local favorita. "Es imposible verla sin que te afecte de alguna manera. Y es imposible de imitar", opina.

Silva considera que la ideología que defendía Lamas acerca de cómo hacer cine podría dialogar con las problemáticas actuales de los directores. Y es que Acto de violencia comienza con una placa como un manifiesto sugiere a los jóvenes responder a la urgencia de filmar con formatos caseros y prescindiendo de los fondos estatales.

¿Cómo financiaba entonces sus obras? Según Ferrando, su método para utilizar publicidad no tradicional en la trama es uno de los rasgos deslumbrantes de la película. Y es que todos los personajes toman Coca Cola, aún cuando ven un show de striptease en Village, o se bañan en el Hotel International mientras lucen conjuntos de Wrangler o piden cuatro panchos en La Mascota, luego de pasear en un auto rentado en AI International. Otro rumor dice que golpeó la puerta de la familia Zorrilla de San Martín y convenció a la propia China de financiar parte del film.

Fernando Guridi fue quien subió la película a Youtube. Desde hace años atiende el mostrador del Video Imagen Club, donde conoció a Lamas. "Un tipo que venía todos los días para pedirle a Ronald Melzer que le editara la película, lo cual era una locura porque, ¿cómo ibas a recomendar a los clientes una película tan mala?".

Lo escuchó contar que logró el apoyo de empresas y particulares gracias a incansables visitas, y que colocó el logo de algunas firmas a prepo, para luego reclamar la remuneración.

Lamas, además, le adelantó el argumento de una nueva ficción que llevaría su firma: un hombre se enamora de una joven paralítica y ciega a la que escucha cantar a través de un pozo de aire.

Sorpresas.

Mauro Sarser y Marcela Matta editaron y produjeron el documental de Jaime Roos 3 millones. Bautizaron a su empresa como Acto de violencia Films en honor a la película que más veces vieron. Roos, que sabía de su fanatismo, les confesó que Lamas produjo su primer show. También le propuso participar en el film pero se negó. Hay otros rostros conocidos que tienen su minuto en Acto de violencia: Jorge "Toto" da Silveira, Omar Gutiérrez y el músico León Biriotti.

Aunque Emilio Silva lleva meses investigando a Manuel Lamas no conoce su rostro. Lo vislumbró apenas, en el reflejo de un espejo, ya anciano, en una película que nadie nunca podrá ver porque su protagonista prohibió la exhibición ya que el director la engañó para filmar escenas eróticas. Otras de sus ficciones perdidas son Tres caras al sol (filmada en Piriápolis con el apoyo de varios hoteles), Es tan fácil mentirle a los hombres y Crónica de Susana, un film que rodó a fines de los años 60 con los actores Susana Groisman, Walter Reyno y Alberto Candeau.

Del otro lado del teléfono Groisman se ríe: "Mi personaje tenía un amorío con Reyno. Quedaba embarazada pero decidía hacerme un aborto. Entonces me subía a un ómnibus y me encontraba con Candeau, que se daba cuenta de mi estado y me decía: todos los niños vienen con un pan debajo del brazo".

—¿Lo volviste a ver?

—Veinte años después me crucé al "loco" en la calle y me invitó a ver partes de la película. Nunca la pudo editar. Después me ofreció filmar una escena lésbica para una porno. Le dije que no. Creo que soy la única sobreviviente de esa locura, porque Lamas se murió, ¿no?

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Regueiro y Giménez en una de las escenas. Se ha perdido el rastro de esta actriz.

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