El próximo jueves llega a carteleras locales Sicario, producción norteamericana dirigida por el canadiense Denis Villeneuve y protagonizada por Emily Blunt y Benicio del Toro.

Al fondo de ese asunto policial corre el submundo del narcotráfico, una de las reales plagas de nuestro tiempo. El asunto arranca con la conformación de un grupo "antinarco" presidido por un agente de la CIA (Josh Brolin) al que incorpora como "voluntaria" aunque sin muchas ganas una agente del FBI (Blunt), un par de Rangers texanos e integrantes de otras organizaciones policiales y militares norteamericanas. El más misterioso miembro del grupo es el personaje de del Toro, el sicario del título, un hombre de pasado oscuro y conducta implacable que obliga al espectador a plantearse alguna interrogante acerca del viejo tema del "fin que justifica los medios".

La carrera del director Villeneuve se ha desarrollado hasta la fecha en torno a dos vertientes que de alguna manera se dan la mano en Sicario. Nacido en Quebec en 1967, tras realizar algunos cortos saltó al largo en 1998 con Un 32 aot sur terre, que llegó a exhibirse en Cannes (en la sección Un Certain Regard), y a continuación hizo Maelström (2000), premiada en Toronto y Montreal y ganadora de cine Genie, el principal galardón canadiense.

Hizo otros cortos antes de volver al largo con Polytechnique (2009), drama basado en hechos reales sobre la masacre de la Escuela Politécnica de Montreal, durante la cual el joven Marc Lépine, de veinticinco años, armado con un rifle semiautomático y un cuchillo de caza, mató a catorce personas e hirió a otras catorce antes de suicidarse. Ese film también ganó en Toronto y se alzó con varios Genie.

La notoriedad internacional de Villeneuve llegó sin embargo con su film siguiente, Incendies (2010), basada en la obra teatral homónima (también se la conoce como La mujer que cantaba) del dramaturgo libanés Wajdi Mouawad, acerca de dos jóvenes (un muchacho y una chica) cuya madre, inmigrante del Medio Oriente al Canadá, deja al morir dos cartas que deberán entregar en su país de origen a un padre y un hermano cuya existencia ignoraran hasta entonces. Ese disparador lanzaba a los personajes (y al espectador) a un viaje de descubrimientos en un territorio para ellos desconocido, violento y convulso. La película obtuvo nominaciones al Oscar y el Bafta, además de otros premios internacionales.

El éxito internacional de Incendies llamó la atención de Hollywood sobre Villeneuve, y no debe extrañar por lo tanto que la industria lo captara. Su trabajo siguiente fue La sospecha (2013), un asunto policial sobre una niña secuestrada, un padre de comportamiento ambiguo (Hugh Jackman) y un detective que investiga (Jake Gyl- lenhaal). El mismo Gyllenhaal protagonizó el siguiente film de Villeneuve, Enemy (2013), basada en la novela de José Saramago El hombre duplicado.

Si los films anteriores de Villeneuve incluían elementos de crimen y violencia pero se jugaban, sobre todo, a la psicología y el drama, Sicario invierte el esquema. Aunque hay cierta preocupación por el perfil de los personajes y hasta un dilema moral en el centro del film, el énfasis está puesto sobre todo en la acción, con una investigación policial, varios despliegues de violencia y hasta cierto regusto épico en las imágenes de amplios paisajes captados en pantalla ancha por el formidable fotógrafo británico Roger Deakins.

Emily Blunt y Benicio del Toro protagonizan “Sicario” de Denis Villeneuve