CRITICA

Nicolás Lauber

Un imponente elenco lleno de caras conocidas, un caserón, un intrincado misterio, una variedad de personajes pintorescos, un poco de comedia y una resolución impensada son los ingredientes de Entre navajas y secretos, película que llega a Uruguay, precedida con elogios en distintos festivales y anunciada como uno de los títulos del año.

La película de Rian Johnson (dirigió Brick en 2005 que era sobre un crimen en una secundaria), recuerda a los misterios de las británicas Agatha Christie o Ruth Rendell. Y Johnson, quien también firma el guion, presenta un relato que se va contando indirectamente, a través de los poco fiables testigos/sospechosos del crimen que tendrá que resolver Benoit Blanc, quien tiene el rostro de Daniel Craig.

Todo comienza cuando un famoso escritor de novelas policiales, Harlan Thrombey (Christopher Plummer) a quien conocemos ya muerto, es encontrado en el ático de la mansión que usaba como estudio. Todo indica que fue un suicidio, aunque quedan dudas respecto al motivo: había celebrado su cumpleaños 85 la noche anterior, los familiares cuentan que la velada transcurrió sin problemas o discusiones y que son una familia feliz. Aunque se sabe las apariencias engañan.

Cuando el detective junto a la policía entrevistan a los familiares, surgen las primeras mentiras que Johnson va mostrando con secuencias de la fiesta.

Sus tres herederos: la autosuficiente Linda (Jamie Lee Curtis) que amasó una fortuna sin pedirle nada a su padre, el tímido Walt (Michael Shannon) que vive a la sombra del escritor y la viuda Joni (Toni Collette) empresaria new age, así como sus respectivos hijos, dan su versión de la noche que terminó con resaca y Harlan con su garganta cortada.

A primera vista parece ser el material para una novela, y el famoso detective tendrá que averigua quién fue el responsable. Mientras que los principales sospechosos, el esposo de Linda, Richard (Don Johnson) más los antes mencionados comparte su versión de los hechos, Johnson presenta las declaraciones con escenas retrospectivas de la noche en cuestión. Y Johnson las va mostrando como si se tratara de su propio Rashomon, manteniendo al espectador atento a los detalles y las señales que se van mostrando. De a poco se van mostrando las graciosas omisiones y las mentiras que dice cada uno de los testigos; porque todos tienen algo que ocultar.

ficha

Entre navajas y secretos [****]

Dirección y guionRian Johnson

ConJamie Lee Curtis, Don Johnson, Michael Shannon, Toni Collette, Chris Evans, Christopher Plummer y Daniel Craig

Duración

Estados Unidos, 2019
Música: Nathan Johnson
Fotografía: Steve Yedlin
Edición: Bob Ducsay
Diseño de producción: Jeremy Woodward
Estreno: 28 de noviembre

El detective no estará solo en esta cruzada, junto a él está la enfermera del anciano, Marta (Ana de Armas), quien es señalada por los deudos de Thrombey como una inmigrante de distintos países, entre ellos Uruguay, lo que demuestra la poca fiabilidad de los integrantes de esta familia. Y Marta será los ojos del detective, y también el detector de mentiras, ya que la joven tiende a vomitar cada vez que alguien miente. Eso solo hace más divertida la historia, y más intrincado el misterio.

Y los giros en la trama abundan en la película que, en sus primeros minutos ya revela las tres preguntas más importantes: quién fue, con qué lo hizo y la razón. Y allí está el desafío de Johnson, que mantiene la tensión gracias a efectos de humor y enredos. Ahí está uno de los grandes aciertos del director, al presentar la historia como una comedia, género por el que ha navegado poco el realizador quien también se permite hablar de temas actuales como la inmigración, Trump y que América es para los americanos. El resultado es formidable, y mezcla comedia con policial y también algo de crítica a la sociedad actual.

Si Harlan pudiera ver a sus deudos, o tal vez ya sabía cómo se iban a comportar y actuó en consecuencia, tal vez el destino sería otro; y esa idea aparece seguido en la película, mientras su intrincada trama va cambiando dependiendo del narrador hasta la esperada resolución final.