eNTREVISTA A LOLA ARIAS

La artista argentina Lola Arias presentó su primer largometraje, Teatro de guerra, en Montevideo

La artista argentina presentó su primera película, Teatro de guerra, en el DocMontevideo. El documental experimental, estrenado y premiado en el Festival de Cine de Berlín, propone un encuentro teatral entre combatientes argentinos e ingleses de la Guerra de las Malvinas.

Además de trabajar en teatro, sos escritora y performer. ¿Cómo te recibió el mundo del cine?

Para mí es natural hacer una película porque en mi trabajo documental yo creo a partir de materiales visuales. Además hago exhibiciones e instalaciones con video, con lo cual no es que era algo completamente ajeno.

¿En qué momento del año te encontrás?

Este año empezó con lo de la Berlinale (Festival de Cine de Berlín), donde se estrenó Teatro de guerra. Eso fue muy genial porque es mi primera película y se estrenó en “Forum”, la sección más experimental. Hay películas increíbles de todo el mundo. Nos dieron dos premios, el del Jurado Ecuménico y el del CICAE (Salas de arte).

¿Qué tipo de película hiciste en Teatro de guerra?

No es un documental muy tradicional Es una película donde no hay situaciones espontáneas o reales. Hay una idea de trabajar con estos seis veteranos (de la Guerra de las Malvinas), tres argentinos y tres ingleses, en la reconstrucción de sus memorias de una manera muy consciente de la puesta en escena. La película tiene esa cualidad extraña entre algo completamente artificial y muy auténtico que es que son ellos y sus historias. Son verdaderos veteranos y se están reencontrando para reconstruir sus memorias, pero a la vez toda la situación está completamente puesta en escenas, los textos ensayados, las situaciones construidas.

¿Sentís que la película cambió sus vidas?

Hubo muchos cambios. Hace dos años que su vida gira alrededor de la obra Campo minado, de la que se desprende Teatro de guerra. Este año van a hacer 8 giras. Eso por supuesto cambia su vida cotidiana porque no son actores. A nivel profesional y a nivel personal, cambió completamente su perspectiva de la guerra. Encontrarse con los otros, los antiguos enemigos, y escuchar sus historias. El encuentro transforma la propia percepción del pasado.

¿Cómo seguís a futuro?

Todo el resto del año sigue con giras de Campo Minado, primero en Suiza, después nos vamos a Japón, Roma, Madrid y en el medio estoy dando talleres. Y presentando la película que va también al festival de San Sebastián. De acá a la mitad del año tengo un viaje con eso.

¿Cómo te llevás con ser una ciudadana del mundo?

Tiene algo de extraordinario. Tengo el privilegio de hacer y viajar con lo que amo, el teatro y el cine. Después, vivir entre países es complejo sobre todo cuando tenés una familia. Tengo un niño de cuatro años que está acostumbrado a viajar pero tampoco lo puedo llevar a todos lados. Hay que encontrar una forma de vivir juntos. Para una mujer artista es difícil aceptar que tu maternidad y tu trabajo son dos cosas centrales en tu vida y querés estar con tu hijo y hacer lo que querés hacer, pero el mundo no ayuda. No se lo hace fácil a las mujeres. A los padres tampoco.

Con trabajos realizados en tantas disciplinas, ¿cómo te definís mejor como artista?

Todas las cosas que yo hago tienen que ver con una literatura. Siempre sentí que mi relación con el arte estaba ahí.