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Martina Stoessel: estrella que busca su brillo propio

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Conferencia de "Tini: el gran cambio de Violetta". Foto: Fernando Ponzetto

El País estuvo en la presentación de su nueva película.

Es probable que para quienes no tienen niños o adolescentes en su entorno más próximo, tomarse a Violetta, la serie de Disney Channel y el personaje, como un fenómeno internacional de proporciones realmente grandes no sea sencillo. Cualquiera que esté leyendo esta nota habrá visto en los últimos años cantidad de merchandising, en vidrieras o en los atuendos de las más pequeñas. Libretas, tazas, mochilas, remeras... En un momento, todo tuvo la cara de una actriz llamada Martina Stoessel impresa en colores.

Pero a lo mejor no todos saben que el éxito de ese negocio también se replicó en toda Sudamérica, en España, Francia, Italia y Polonia. Que el rostro de la protagonista se podía ver en las principales vidrieras de las calles parisinas, y que por ella también lloraban chicas en Israel, en Rusia y en otra cantidad de territorios lejanos.

Violetta, la serie, terminó hace más de un año y la gira de recitales, con buena parte del elenco de la ficción, siguió durante algunos meses más. "Hoy se apagan las luces de Violetta, y seguramente esa oscuridad sirva para que la luz que todos llevamos dentro, comience a brillar como un recuerdo imborrable en el corazón de todos ustedes", escribió Stoessel en su cuenta de Instagram en noviembre pasado, concluyendo hasta ahora la etapa más importante de su corta vida. Porque a todo esto sólo tiene 19 años.

En Uruguay, este fenómeno tuvo repercusiones también importantes. En 2013 llenó cuatro veces el Teatro de Verano (incluso bajo intensa lluvia) y en abril de 2015 colmó el Parque Central. Es de esperar, entonces, que sean muchos los que vayan a ver Tini: el gran cambio de Violetta, una película de ficción (aunque el título sea confuso) que se estrena este jueves en los cines de Uruguay y la región.

La agenda de Stoessel está cargadísima y, por momentos, la encuentra más tiempo arriba de un avión que en tierra firme. No hay demasiado tiempo para entrevistas individuales así que, en Argentina, Disney (la compañía detrás de este éxito) convoca a una conferencia de prensa en el Alvear Palace Hotel, lujoso edificio que se levanta en pleno barrio de Recoleta, para promocionar su nueva producción.

No hay ni un fan en las inmediaciones del hotel, señal de que el secreto de la visita de la artista en la zona está muy bien guardado. A donde va, Tini, como le dicen de pequeña y como cariñosamente la tratan sus seguidoras, que en general son chicas, mueve multitudes. De hecho, un video de 15 segundos de la conferencia consiguió en apenas un rato más de 100 replicaciones en Twitter.

En el Alvear, el evento es digno de una superestrella. Las puertas se abren en punto, hay largas listas de periodistas acreditados que son revisadas cuidadosamente cada vez que alguien llega, las pulseritas de acceso tienen estampado el nombre de la película en rosado, y hay un amable presentador que empapa a los más distraídos en el tema a tratar.

También hay personal de seguridad, porque el orden y las normas están establecidas: primero se toman fotos en la mesa, después se hace la conferencia, luego un photocall y la actriz se retira. Con Stoessel, todo el trato será a distancia, a pesar de su sonrisa casi permanente y de su trato cariñoso, y a veces demasiado simpático.

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Conferencia de "Tini: el gran cambio de Violetta". Foto: Fernando Ponzetto

Estrella.

Primero llega Mercedes Lambre, quien en Violetta hizo de Ludmila, egocéntrica y mala compañera de estudios de la protagonista que, como era de esperar, terminó ablandándose y entablando una amistad con quien hasta ese momento había sido su némesis. Fuera de cámaras "Mer", como le dirá una y otra vez Stoessel, es su amiga de verdad.

Después aparece Stoessel, que apenas cruza la puerta ya empieza a saludar y señalar a algunas personas, periodistas y conocidos, que se amontonan al fondo de la sala; el cuadro lo completa el director de Tini: el gran cambio de Violetta, Juan Pablo Buscarini. El ruido de los clicks se vuelve tan ensordecedor, que hace preguntarse cómo estas chicas se acostumbran.

El cambio que ha tenido Stoessel desde que arrancó Violetta hasta ahora es notable, desde la apariencia (que ahora más bien se parece a la de una primera dama) hasta la manera de hablar, todo es señal de que aprendió a manejarse en los medios con soltura y cuidado, y también de que tiene un equipo atrás que colabora para que no falle en ningún detalle.

En los pocos segundos en que se queda con la mirada perdida, mientras termina la primera sesión de fotos y empieza la conferencia, no puede evitar cantar lo que suena de fondo: es alguna de las canciones en inglés (que son varias) de su flamante disco solista, TINI, que en pocas horas se convirtió en Disco de Oro en Argentina. Lo grabó en Hollywood Records, donde lo hicieron varias de las figuras de Disney Channel (como Selena Gomez o Demi Lovato), y aunque no compuso ninguna canción parece encontrarse a sí misma cuando las interpreta.

"En lo que más me identifico con la película es en el estado de transformación y crecimiento que está Violetta, de conocerse a ella misma. Se puede decir que yo, a mis 19 años, con todo lo que viví laboral y personalmente, estoy pasando por un proceso de conocimiento cada vez más grande. Cada día me conozco más y empiezo a tomar decisiones con un poquito más de independencia. Violetta también está pasando por esos cambios, de que no sos un adulto, tampoco una nena y tampoco un adolescente", es lo primero que dice Stoessel cuando arranca la conferencia.

Es que en Tini: el gran cambio de Violetta, la protagonista está tratando de adaptarse a la vida de estrella cuando una noticia le rompe el corazón. Confundida, viaja a Italia invitada por su tía Isabella (a quien interpreta la española Ángela Molina), y eso la llevará a encontrarse con su verdadero yo.

Así es un poco la vida de Tini Stoessel hoy. Por momentos habla pausado, como si en su mente estuviera grabado todo lo que tiene que decir ante la prensa, con una madurez y un dominio de los medios que sorprende. Y por otro se convierte en una chiquilina ingenua, radiante y con exceso de energía, exagerada en sus gestos, que bromea con su amiga Mercedes Lambre como si estuvieran en cualquier otro lugar, en uno menos expuesto.

"La esencia del personaje está ahí en la película, y están Ludmila (Lambre), León (Jorge Blanco) y un montón de personajes. Pero se muestra algo que quizás la gente no se espera, una realidad del artista más emocional y personal", adelanta la actriz, que compara esa situación con la de "muchas chicas" que terminan de estudiar y se preguntan quiénes son, para qué están acá, en este mundo.

Seguramente, Stoessel se seguirá preguntando durante mucho tiempo para qué está acá, como si los demás no lo hiciéramos también. Pero en un punto, aunque reconoce que este es el fin de Violetta (al menos ese es el plan, habrá que ver qué dice Disney después), sabe que Violetta siempre estará. Así como Agustina Cherri sigue siendo para varias generaciones Mili, de Chiquititas, y como Romina Yan sigue siendo recordada como la buena Belén.

"Para toda la vida voy a ser Violetta.Violetta me dio la oportunidad de hacer una película con mi nombre, de sacar mi disco como solista y de abrirme las puertas al mundo. No puedo renegar de ella, porque aparte fue algo sano en este mundo: los papás dejaban a los hijos tranquilos frente a la televisión. ¿Que la gente nos recuerde a todos como Violetta? ¡Gracias!", dice sonriente.

Cámaras.

"Con Tini siempre decimos que lo que más nos marcó fue el tiempo. Estábamos acostumbradas a hacer todo rápido y de repente nos encontramos con que cada detalle era reimportante, y eso es algo increíble", dice Lambre sobre la primera experiencia cinematográfica que le tocó vivir, a ella y a su amiga. Todo lo dice con un tono de voz extremadamente pacífico, muy distinto al de su Ludmila, su excéntrico personaje de ficción. "Parecíamos nenitas cuando ven algo por primera vez", comenta.

"Aprendimos muchísimo", sentencia Stoessel, quien todo el tiempo mete bocado en las respuestas que dan los demás, sea agregando datos, riéndose fuerte o haciendo gestos y caras raras. Esa es la parte adolescente que muestra, que está muy cerca a la que deja ver en los videos de su flamante canal de YouTube, donde los fanáticos pueden ver cómo es su vida más allá de la televisión.

Aunque piense y diga que su vida es en gran parte normal, mucho de lo que le pasa se ve a través del lente de una cámara: desde las premieres europeas a las idas al shopping con su estilista, pasando por unas improvisadas clases de pool con Jorge Blanco y las respuestas a algunas preguntas hechas por fanáticos. "No está mal decir que soy soñadora, que siempre trato de seguir adelante y que soy una persona fiel", le contestó a una seguidora que le pidió que se definiera en tres palabras.

Cuando termina la conferencia, Stoessel vuelve a posar. Primero con Buscarini y Lambre, después con Lambre, después sola, siempre con una sonrisa y siempre acomodando con naturalidad su diminuto cuerpo ante las cámaras que se amontonan y los clicks que apabullan. Sigue posando cuando algún fotógrafo intenta agarrarla distraída, cuando una niña con síndrome de Down se le acerca con unas revistas, e incluso cuando sobre la puerta de salida se encuentra con su padre, el productor Alejandro Stoessel, que siempre está muy cerca de ella y su carrera.

Seguirá posando después, cuando terminada la ronda de prensa publique en Instagram dos fotos de esa jornada, una con su amiga y otra celular en mano, siempre risueña.

"Más que un miedo, dejar a Violetta lo veo como un desafío. Ya era hora de finalizar con esto y arrancar con un desafío nuevo: reinventarme, volver a divertirme, tener la oportunidad de realmente ser yo con mi nombre, con lo que quiero decir", dice Stoessel, y se acomoda para lo que se venga.

Martina Stoessel en
Martina Stoessel en "Tini: el gran cambio de Violetta". Foto: Difusión.

Stoessel y sus objetivos.

Ahora, la promoción de Tini: el gran cambio de Violetta es lo que demanda la mayor cantidad de tiempo de Martina Stoessel. Pero la joven cantante y actriz acaba de lanzar su primer disco, TINI, en el que combina un repertorio solista con canciones que son parte de la banda sonora del largometraje. La de cantante es una faceta que la tiene bien entusiasmada, y espera poder concretar pronto el arranque de una gira que tenga, de manera definitiva, su nombre, y deje atrás el del personaje que la catapultó.

Buscarini, un director orgulloso.

Juan Pablo Buscarini se ha destacado por dirigir películas animadas, como El ratón Pérez o El arca. Después estuvo al frente de El inventor de juegos, de acción real; participó de la producción de Kóblic (la última protagonizada por Ricardo Darín, que está en cartel en Uruguay) y ahora toma las riendas de Tini: el gran cambio de Violetta. En la conferencia, queda claro que es un tipo paciente.

"Los chicos llegaron a hacer cine con una combinación que es muy buena: el hambre de gloria, la pasión por hacer una película, y muchos años de hacer televisión. Y el talento, que si no lo tuvieran no hubieran llegado a calificar para hacer cinco años de la serie", señaló Buscarini, quien aceptó el desafío —riesgoso— de dirigir a un elenco que, en general, no tenía experiencia en el cine.

"Los chicos no habían hecho cine pero habían hecho buena televisión en Disney, y los actores europeos (que se sumaron ahora a la historia) también", aseguró. En ese sentido, afirmó que los más sorprendidos, por el tiempo de trabajo, fueron los propios actores.

"Disney me dio todo lo que uno puede desear tener a mano para hacer una película. El que vio el tráiler sabe que es una película de nivel internacional", aseguró Buscarini, quien rodó en Sicilia y grabó la escena final (la más ambiciosa y con más despliegue) en el Anfiteatro de Taormina, también en Sicilia.

"Hace dos o tres semanas, en la premiere en Francia, se me acercó una persona y me dijo: me parece excepcional la forma en que la película resuelve en 95 minutos el cambio de Violetta hacia Tini, que es quien renace", dijo en la conferencia, conforme con su trabajo.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Conferencia de "Tini: el gran cambio de Violetta". Foto: Fernando Ponzetto

CINEBELÉN FOURMENT

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