La regulación de la marihuana en Uruguay ha sido objeto de varias notas, reportajes y videos, tanto nacionales como internacionales, y ahora también de un documental. Cannabis en Uruguay, dirigido por Federika Odriozola, se exhibe hace unos días en el Grupocine Ejido y desde mañana en Cinemateca. También está disponible en para ver en internet en la página web del documental.

"La idea surgió porque yo formaba parte de Proderechos y Regulación Responsable y trabajamos el tema en el 2012, estaba metida en la política de drogas. Trabajaba en la parte de Comunicación y llegaban muchos pedidos de entrevistas de todas partes del mundo. Así me di cuenta de que no se estaba haciendo y lo empecé a hacer yo", cuenta Odriozola.

Esa perspectiva de insider de la directora es uno de los principales distintivos del largometraje que cuenta cómo se dio ese proceso en Uruguay, cuáles fueron sus principales actores y por qué lo creían necesario. A través de imágenes de archivo se narra de forma muy atractiva la historia del cannabis —que ya había sido investigada por Guillermo Garat en Marihuana y otras yerbas, uno de los entrevistados claves en ese aspecto— hasta llegar a 2013, año en el cual se reguló legislativamente el uso y consumo.

Tal vez, por momentos, la línea entre ser la perspectiva de alguien que trabajó para que la ley se aprobara y la de ser una firme defensora es delgada, ¿qué tan objetivo debe ser el documental? Eso es algo que Odriozola reconoce y admite que le generó dudas.

"Tuve una especie de problema ético: ¿hay que ser más objetivo? ¿Muestro más a la oposición?. Pero encontré un equilibrio que creo está bastante bien, no es un documental cien por ciento objetivo. Tampoco está radicalizado", afirma.

Unos de los momentos más interesantes están en el comienzo y el final, en los que se combina el discurso de Mujica del 19 de junio del 2012, cuando anuncia que se regulará la marihuana, con tomas realizadas por drones. La yuxtaposición de esa narración con las imágenes del país generan un mensaje poderoso, que le da un cierto aire de grandeza, la solemnidad de un momento histórico. Esa fue una decisión estética —la imagen de Mujica hablando en cadena no era atractiva— y a la vez conceptual, tanto de la directora como de la montajista, Cecilia Trajtenberg.

"Perseguí a Mujica durante un año y no me dio una entrevista, entonces tuve que tomar una decisión. Fue un personaje importante en la regulación de la marihuana, porque con otro presidente hubiera sido todo más difícil, entonces había que ponerlo de alguna forma. El discurso es un discurso icónico. Por eso lo elegí", explica.

Llega a los cines el largo documental Cannabis en Uruguay