pREMIOS oSCAR 2018
El conductor no se destacó en su regreso a los galardones del cine
La decisión de volver a contratar al conductor Jimmy Kimmel como el anfitrión de los Oscar no estaba errada.
Tras el inolvidable error del año pasado, Kimmel merecía otra oportunidad.
Sin embargo, la preocupación por que todo salga bien, sumado a la necesidad de hablar de temas controversiales u2014que fueron desde los acosos en Hollywood hasta el problema de las armas en Estados Unidosu2014 hicieron que Kimmel se presentara levemente preocupado y sin la chispa que emana en su programa, Jimmy Kimmel Live!.
Sus bromas no fueron particularmente descacharrantes (¿Alguien entendió lo de la moto de agua?) y la repetición del encuentro entre celebridades y el u201cpúblico comúnu201d generó una extraña sensación de déjà vu que hizo extrañar el humor de Chris Rock o la simpatía de Ellen DeGeneres.
Kimmel no se equivocó, pero tampoco brilló.