Evangeline Lilly

La actriz está en Ant Man & The Wasp, una de superhéroes que se estrena hoy en Uruguay

Ian Spelling (New York Times) 

Evangeline Lilly dedicó seis “difíciles” años de su vida siendo Kate Austen en Lost. Cuando terminó, lo primero que pensó fue dejar la actuación. “Gran parte de mi carrera me la pasé diciendo ‘me voy a retirar’ cada vez que terminaba un trabajo de actuación, y lo decía en serio”, dice la actriz canadiense. “Lo decía muy en serio, y lo hice. Me retiré después de Gigantes de acero (2011), una maravillosa experiencia; trabajé con Hugh (Jackman) y Shawn Levy, y pensé que era suficiente para mí. Me fui y tuve un bebé. Me refugié en Hawái y escribí un libro (el cuento infantil The Squickerwonkers, publicado en 2014). Tuve una vida tranquila por algunos años”.

Después la llamó Peter Jackson. “Me encontró a través del padre de mi bebé, no a través de mi agente, porque nadie en Hollywood podía encontrarme”, relató Lilly. “Dijo que quería que yo interpretara a una elfa en Hobbit, mi libro favorito cuando tenía 12 o 13 años. Pasé una buena parte de mi adolescencia fantaseando con ser una elfa del bosque. Así que eso fue lo que me trajo de vuelta”.

Lilly encarnó a la arquera Tauriel en los últimos filmes de Jackson Hobbit: La desolación de Smaug (2013) y La batalla de los cinco ejércitos (2014).

“Así que cuando los directivos de Marvel me dijeron que estaban interesados en que actuara para ellos en Ant-Man: El hombre hormiga (2015), pensé: ‘Suena divertido y, si algo en este medio puede ser divertido, me interesa’”.

Así, la actriz de 38 años está feliz de no haber renunciado a la actuación.

“En este momento Hollywood tiene muy mala reputación, después del escándalo de Harvey y todo lo demás que ha surgido después del movimiento #YoTambién”, dijo. “Sin embargo, creo que no nos podemos perder en esa narrativa porque también existe un gran grupo de gente muy preocupada, consciente, muy amable, cariñosa y apasionada que solo quiere crear el mejor arte posible, y lo están logrando”.

Tenemos un buen ejemplo: Peyton Reed, quien dirigió Ant-Man: El hombre hormiga, protagonizada por Paul Rudd como Scott Lang, alias Ant-Man. A Lilly le dieron el papel de Hope van Dyne, la hija de Hank Pym (Michael Douglas), y los admiradores de los cómics saben que está destinada a convertirse en la superheroína Avispa.

El filme fue una buena experiencia, dijo Lilly, y ella le creyó con todo su corazón a Reed cuando le aseguró que para él era de suma importancia que, en la secuela, Avispa fuera un contrapeso absoluto respecto del protagonista. Ant-Man and the Wasp se estrenará en todo Estados Unidos el 6 de julio.

Ant-Man & The Wasp, que se estrena hoy, continúa dos años después de los sucesos del primer filme. El público conocerá a Janet van Dyne, la madre de Hope, desaparecida desde hace tiempo y encarnada por Michelle Pfeiffer, a quien Lilly califica como “tan increíble como lo esperarías y lo desearías”. Hank manda a Scott y a Hope a una nueva misión, que los enfrenta cara a cara con villanos como Sonny Burch y Ghost, pero los dos héroes se han distanciado luego de que no funcionara su romance.

Lilly se rio cuando me explicó que le encantaba el disfraz de la Avispa, con sus alas y explosivos, pero que no tuvo oportunidad de pelear mucho con él. Eso se debe a que las escenas de batallas donde aparece la Avispa en miniatura se hicieron con imágenes generadas por computadora.

Aunque eso podría cambiar, la próxima vez que el público verá a la Avispa, será en mayo en el estreno de la segunda parte de Avengers: Infinity War aún sin título, la culminación del primer ciclo del Universo Cinematográfico de Marvel.

“Ser parte del enorme Universo Cinematográfico de Marvel fue una experiencia totalmente irreal”, dijo Lilly. “Creo que no habría sido tan de ensueño si hubiera formado parte de la aventura cuando era de menor envergadura, pero llegué al Universo extendido y en la cúspide de la temporada para Marvel, además, habrá un gran cambio que llevará todo hacia una fase completamente nueva del Universo de Marvel, así que está el sentimiento de ‘fuera lo viejo y venga lo nuevo’. Habrá una especie de lamento hermoso y apasionado a la hora de decirle adiós a una fase y abrirle la puerta a una nueva. Hay emoción y hay pesadumbre”.

“Estuvimos todos juntos en una carpa increíble que armaron para nosotros, donde comíamos juntos”, dijo Lilly. “Yo solo sentí que estaba en una carpa llena de estrellas de rock por un rato y eso fue increíble. Fue de verdad único”.

“Creo que siempre recordaré mi periodo de filmación… que fue más o menos breve, porque no estoy en la película mucho tiempo, pero siempre recordaré esos momentos como una parte de mi carrera en la que estaba presente en algo verdaderamente transcendental”.