Publicidad

"Hoy Brasil mira con admiración al cine argentino"

Compartir esta noticia
Aderbal Freire Filho. Foto: Ariel Colmegna
Nota a Aderbal Freire, director de teatro brasilero, en el Teatro El Galpon de Montevideo, ND 20170419, foto Ariel Colmegna - Archivo El Pais
Ariel Colmegna/Archivo El Pais

Actor, director y conductor de televisión, la carrera del brasileño Aderbal Freire Filho está muy unida a Uruguay, donde ha presentado muchos montajes. Su último trabajo, Incendios, sobre texto de Wajdi Mouawad, se está presentando los fines de semana en El Galpón.

—¿Cómo recordás esta ciudad en relación con la que te reencontrás ahora?

—Yo vine a este país por primera vez en 1984 e hice mi primer espectáculo aquí, con la Comedia Nacional, en 1985, que fue Mefisto. Una gran época de la Comedia, estaban Armando Halty, Dumas Lerena. Y hay cosas del Uruguay de aquella época que se han perdido, y en otras se ha ganado. Mi mirada romántica, de algunas cosas que existían, propias de una ciudad pequeña y a la vez rica en cultura, todo eso se veía más cuando había una ciudad menos consumista. Ahora veo la ciudad más internacionalizada. Antes la veía más pura, ahora la veo más globalizada. En algún aspecto se ve que la gente tiene mejores condiciones de vida. Recuerdo aquella época con una pobreza más visible. Hoy, tengo la impresión, que hay mejores condiciones de trabajo. Me acuerdo que antes la gente de teatro no tenía auto. Por dar un ejemplo. Ahora sí tiene.

—¿Y en el teatro, qué cambios notás?

—Ha habido una mejora notoria en las estructuras. El otro día estuve en el Teatro Solís, y en la Sala Zavala Muniz. Allí yo había ido a ver, hace muchos años, una obra, y el espacio era más o menos improvisado. Yo tengo un recuerdo personal muy fuerte, que fue haber estado en el teatro el día que hubo un incendio en el Solís. Yo ensayaba la obra Molière, y nos hicieron salir. Estábamos con los actores ahí cuando fue llegando la prensa, los bomberos. Atrás del teatro quedaron un montón de cosas quemadas: yo saqué un sombrerito de mujer, medio chamuscado, que tuve en mi casa mucho tiempo, como un recuerdo. Haber presenciado ese incendio me hace un poco más uruguayo.

—Hace 30 años Rubén Castillo publicó un libro, Conversaciones con un director de teatro, con entrevistas que él te hizo a vos. ¿Qué cambiarías hoy de ese libro, qué no volverías a afirmar?

—Ya en la traducción al portugués, que se hizo poco después, hicimos algunos cambios, aunque las líneas generales se mantenían. Ha cambiado, por ejemplo, mi modo de ensayar. Había ejercicios que yo planteaba, como ese llamado "Fugarse con el circo", que ya no trabajo más. El proceso de trabajo cambió, aunque la esencia se mantiene, y tiene que ver con el potencial del teatro, en la fe en sus posibilidades.

—¿Cómo es ese mundo de la Rede Globo, en el que tú has trabajado?

—No he trabajando tanto en la Globo, pero la conozco bien porque trabajo con muchos actores de teatro que también hacen televisión. Es cierto que hace poco hice una serie, Doble identidad, en el que yo hacía el papel de un senador. Siempre te impresiona ver el modo en que trabajan: las posibilidades de Globo son infinitas. El primer día de grabación, en una escena, éramos dos actores, y había en total unas cien personas. Una locura: había gente para todo. Había uno con una silla, para cuando yo me fuera a sentar. Y otro con fruta, por si quería comer. Creo que Rede Globo es todo un poder y con eso logra calidad. Me acuerdo una vez, una escena que rodamos en medio de un bosque, con un helicóptero que bajaba, con un ruido ensordecedor: uno no tiene esas vivencias en el teatro.

—Y a nivel de dramaturgia, ¿cómo ves las telenovelas de la Globo?

—Su sector de dramaturgia es muy potente. Las telenovelas me parece que son como el melodrama actual. Y no me gusta que tenga las mismas estructuras y las mismas convenciones del melodrama del siglo XIX: el villano, el galán, todo. Les cuesta a los autores salir de esas convenciones: quizá por las exigencias del público, del mercado, que a fin de cuentas es el que exige.

—¿Al cine brasilero le cuesta salir al exterior? ¿Brasil es un país culturalmente muy cerrado en sí mismo?

—Sí, Brasil es un continente, pero sí, siempre he insistido en mi país sobre que no miramos a nuestros vecinos. Aunque ahora en Brasil miramos más para los países vecinos. Y quizá tenga el fútbol algo que ver con esa mirada. Nunca tantos jugadores de América Latina jugaron en Brasil como ahora. Y en el cine, hoy el cine de Brasil mira con mucha admiración al cine argentino. En Brasil la gente habla con envidia de la calidad del cine de Argentina. Allá nadie sabe quién fue Alfredo Alcón: es un desconocido total. Pero decís Darín y todo el mundo sabe de quién hablás. Y del cine uruguayo, Whisky quizá no fue una película muy vista en Brasil, pero nos encantó. Los cineastas la vieron.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Aderbal Freire Filho. Foto: Ariel Colmegna

ADERBAL FREIRE FILHOCARLOS REYES

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

teatroEl Galpón

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad