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El fresco sabor de lo antiguo

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Sobre dónde nació el tango rioplatense es algo sobre lo que se ha escrito mucho, y no está demasiado documentado. Pero sí es cierto, aunque muchas veces no se tiene muy presente, que creció en buena medida sobre los escenarios, ya grandes, ya pequeños.

A ese desarrollo escénico el mismo debe muchas de sus características, entre ellas su marcado histrionismo, su teatralidad. El tango tiene mucho de actuación, mucho de teatro. Y también su diversidad de tonos, que va desde lo jocoso, lo satírico, lo burlón, hasta lo existencial, lo trágico y lo melodramático.

Y el disco este de Francis Andreu recuerda muy bien ese sentido escénico, con una seguidilla de una docena de canciones (y una yapa) que transitan por todas las intensidades, desde el humor de Mama yo quiero un novio al tono tremendo y desesperado de En carne propia.

Con una voz dotada de mucho carácter, la cantante comunica con fuerza los contenidos de estas canciones. Sus músicos se ajustan muy bien a su voz, y son especialmente disfrutables las alternancias entre los momentos más vocales y los más instrumentales. Con un sabor antiguo, Otra vuelta invita a acercarse al tango desde una creación actual que se inscribe muy bien en la larga y rica historia del género. Andreu se anima con los clásicos, y logra versiones personales, lo que es mucho logro. Un disco agradable, que no cansa escucharlo mucho.

Otra Vuelta (****)

Artista: Francis Andreu. Músicos: Guzmán Mendaro, Poly Rodríguez, Sergio Astengo.

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