Las nueve candidaturas al Oscar de El Gran Hotel Budapest, que empató en ese número con Birdman de Alejandro González Iñárritu y puede parecer por ello una de las películas favoritas para el premio (la realidad es más complicada, sin embargo).

Las nominaciones han servido de todos modos para colocar en la mira a su director Wes Anderson, uno de esos cineastas que, como los hermanos Coen o Richard Linklater, pueden ser definidos como "independientes autorizados", hombres que se desmarcan de la producción estrictamente "mainstream" pero no se alejan demasiado de ella en cuando al uso de elencos más o menos estelares y distribución a través de la "majors". La película, que viene de ganar dos Globo de Oro (mejor comedia, mejor guión) y antes había obtenido un Oso de Plata en Berlín, vuelve el jueves a la cartelera montevideana, aprovechando la publicidad extra que le han generado Abuelo Globo y Tío Oscar. Es la primera vez que Anderson obtiene nominaciones de la Academia en los rubros de mejor película y mejor director, aunque ya las tuvo como guionista (Los excéntricos Tenenbaum, 2002; Moonrise Kingdom, 2012), y su film animado Fantastic Mr. Fox (2009) también obtuvo una candidatura en su rubro.

Un humor excéntrico, personajes extravagantes, situaciones que bordean el surrealismo, resultan características reiteradas en el cine de Anderson. También lo es la insistencia en trabajar, una y otra vez, con los mismos actores: Owen Wilson y Bill Murray son probablemente los más repetidos (han aparecido en casi todas sus películas), pero también ha habido lugar en ellas, varias veces, para Jason Schwartzman, Kumar Pallana y, en menor medida, Anjelica Huston, Luke Wilson, Adrien Brody, Willem Dafoe y unos cuantos más.

A estas alturas conviene saber que Wesley Mortimer Wales Anderson nació en Houston, Texas, el 1 de mayo de 1969, y desde muy chico hizo cosas en Super-8 y se acercó a menudo a los escenarios de los pequeños teatros de la escuela. Estudió filosofía en la universidad de Texas, y allí conoció a Owen Wilson, con quien escribió su primer film, Bottle Rocket (1994), una comedia criminal de 13 minutos de duración en la que actuaron Owen y su hermano Luke. Dos años después, el material de ese corto originó un largo de igual título, también protagonizado por los Wilson.

Anderson comenzó realmente a llamar la atención de crítica y público con su siguiente película, Tres es multitud (1998), una comedia excéntrica ambientada en un exclusivo instituto educativo, en cuyo elenco aparecieron los insistidos Murray, Schwartzman y Luke Wilson. Varios de ellos y otros más (Gene Hackman, Anjelica Huston, Ben Stiller, Gwyneth Paltrow, Seymour Cassel, Kumar Pallana) se reunieron en el siguiente Largo de Anderson, Los excéntricos Tenenbaum, historia de una familia de niños prodigios que, una vez crecidos, resultan no ser tan prodigios. Todos ellos se juntan cuando el padre anuncia que padece una enfermedad terminal, dando lugar a otra comedia con humor "raro", con frecuencia inteligente, notorias virtudes de actuación y una espléndida banda sonora. La película les valió a Anderson y Owen Wilson su primera candidatura al Oscar como guionistas.

Otras rarezas hubo en Vida acuática (2004), una suerte de parodia muy andersoniana de Moby Dick en la que el oceanógrafo protagonista (Bill Murray) organiza un plan para vengar la muerte de su colega a manos de un mítico tiburón blanco. Con él colabora una tripulación que incluye a su esposa (Anjelica Huston), a una periodista (Cate Blanchett) y a un joven que podría ser su hijo (Owen Wilson). Las complicidades persisten.

A Owen Wilson y Jason Schwartzman se sumó un nuevo cómplice, Adrien Brody, en Viaje a Darjeeling (2007), que transcurre en la India pero repite temas familiares (tres hermanos distanciados que tras la muerte de su padre emprenden el viaje del título). Más sorprendente pudo parecer (si Anderson no fuera tan amigo de las sorpresas) que el siguiente film del director fuera una producción animada, Fantastic Mr. Fox, con las voces de George Clooney y Meryl Streep para los zorros protagonistas y los sospechosos de siempre para los secundarios (Schwartzman, Murray, Dafoe, Owen Wilson, el propio Anderson).

Entre un largo y otro, Anderson ha realizado varios cortos. Volvió al largo con Moonrise Kingdom (2012), donde nuevamente una situación particular reúne a una serie de personajes disímiles. En los años sesenta, la búsqueda de dos jóvenes amantes fugitivos desemboca en algunos desconciertos.

Con esa carrera a sus espaldas, Anderson a llegado a El Gran Hotel Budapest, que mezcla comedia, intriga policial, evocación satírica de un pasado centroeuropeo no tan lejano y, por supuesto, a varios de los actores favoritos de Anderson. Entre otras cosas ha servido para que la Academia vuelva a fijarse en él.

Por alguna razón no del todo aclarada, Anderson pertenece a esa estirpe de directores ante los cuales no suele haber medias tintas: se lo ama o se lo odia (la gente que siente por él un mediano entusiasmo, como el autor de esta nota, parece estar en minoría). Se lo suele acusar de formalista ("el estilo sobre la sustancia"), y su humor no es para todos, pero es difícil negarle una personalidad: su paleta de colores y su gusto por la extravagancia, sus personajes básicamente simpáticos pero conflictuados y contradictorios, jugados en el límite del humor y la emoción, son sin duda muy reconocibles.

Uno de sus admiradores se llama Martin Scorsese, quien en una encuesta convocada por la revista Esquire sostuvo que Anderson sería el próximo Scorsese. Por su parte, Anderson es un particular admirador de Polanski: su film favorita es El bebé de Rosemary (1968), la historia satanista de Ira Levin.

Ha hecho otras cosas, pero he aquí una selección de títulos que de alguna manera resumen la trayectoria de su director.

Alguien la definió co-mo "una comedia marciana", aludiendo al carácter extraño (casi extraterrstre) de sus persona- jes. Anderson dispara su arsenal de ironías contra la fauna de una escuela prestigiosa y varios jóvenes (y no tanto) muy despistados.

El término "comedia" le cabe igualmente a esta película, pero la realidad es que combina con escenas dramáticas, humor absurdo, escenarios irreales y hasta animales marinos que no existen en la realidad, empezando por un "tiburón jaguar".

Tres hermanos distanciados comparten un viaje en tren, y sus conflictos llegan a un punto en que son obligados a apearse del tren. A partir de entonces, abandonados a sus propios recursos, empieza para los tres un tránsito que no habían previsto.

Familiares y amigos buscan a dos jóvenes amantes que han huido de su pueblo natal. Salen a relucir viejos rencores y ocultas relaciones románticas entre algunos de los buscadores. Con Edward Norton, Bruce Willis, Bill Murray, Tilda Swinton y otros.

WES ANDERSONGUILLERMO ZAPIOLA