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Estrella que es otra estrella

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Sarandon. Foto: Difusión
KURT ISWARIENKO

La oscarizada actriz charló con El País sobre su nueva serie, Feud: Bette & Joan.

Hace poco más de medio siglo, Bette Davis y Joan Crawford eran lo más cercano a la realeza de Hollywood. Y además eran actrices complicadas y escandalosas.

Davis (tal vez la actriz más grande que haya tenido el cine) y Crawford (sin dudas la más glamorosa) eran rivales desde sus años de apogeo, en las décadas de 1930 y 1940.

Ahora Ryan Murphy, el prolífico escritor, director y productor, cuenta la historia del conflicto entre estas estrellas en una serie. Antes del estreno de la temporada anunció que habrá un segundo ciclo que se centrará en la rivalidad entre Carlos de Inglaterra y Lady Di.

Parece una elección natural seleccionar a una diva para interpretar a otra diva. Es por eso que el productor Ryan Murphy eligió a Susan Sarandon para interpretar a Davis en Feud: Bette y Joan que se estrena hoy a las 23:00 en FOX +. Son ocho episodios en la que otra estrella, Jessica Lange, interpreta a Crawford.

Sarandon es una estrella por derecho propio. Activista política, productora y actriz, su filmografía incluye más de 140 roles, entre películas y apariciones en series de televisión. Fue nominada cinco veces al Oscar; lo consiguió en 1995 por su interpretación de la hermana Helen Prejean en Mientras estés a mi lado que dirigió su entonces esposo, Tim Robbins. Osada a la hora de elegir papeles, interpretó a la mojigata Janet en Rocky Horror Picture Show, casi al inicio de su carrera. Y fue Louise en Thelma & Louise.

En una rueda de prensa, por el estreno regional de Feud, Sarandon contestó, telefónicamente, preguntas de El País.

—¿Qué la decidió por el papel?

—Originalmente, cuando Ryan (Murphy) se me acercó fue para hacer una película, y pensé que era una especie de broma que se odiaran entre ellas. Pero una vez que se convirtió en una serie de televisión, era la oportunidad de ver realmente el contexto de ese enfrentamiento, lo que estaba sucediendo en Hollywood en ese momento y preguntar si eso sigue en Hollywood. Todo esto lo hizo mucho más interesante y, por supuesto, Ryan tenía un historial imbatible en términos de haber descubierto cómo funcionan estas series. Estaba tan entusiasmado que resultaba contagioso.

—Leí que Ryan Murphy conoció a Bette Davis. ¿Le dio alguna indicación específica acerca de su personaje?

—Ryan puede hacer una muy buena imitación de Bette. Cada vez que abría la boca, estaba encima mío, escuchándome. Nos contó esas historias, y algunas fueron incorporadas al guión. Pero también había horas de entrevistas con ella en programas de televisión y festivales. Leí, al menos, cuatro o cinco libros, dos de los cuales los escribió Bette, uno de su hija y otros dos de gente que la conoció. Entonces, había un montón de información y creo que una de las mayores contribuciones que Ryan nos dio fue que él ama a Bette, por eso creó una atmósfera donde yo me sentí lo suficientemente segura como para cometer errores.

—La serie también habla de lo difícil que es para las mujeres de cierta edad continuar en el negocio. ¿Hollywood ha cambiado algo desde entonces?

—No, no lo creo. Creo que gracias a Ryan, quien ha encontrado la manera de darnos roles a un montón de actrices viejas. Por eso vemos más mujeres, especialmente en la televisión. Es una apertura a contar historias que tienen a mujeres y minorías que normalmente no se ven. Parece haber más posibilidades en los lugares que pueden atraer a un grupo demográfico más amplio. Creo que en el cine todavía hay hombres de 65 años que tienen esposas de 30 cuando cuentan una historia; así no hay muchas oportunidades. Ahora hay más mujeres que producen cine, más actores produciendo películas, y eso, creo, ayuda a que un montón de mujeres que son graciosas estén escribiendo películas para mujeres, comedias. Tal vez se ha abierto algo, pero esas son las áreas donde he visto algunos cambios.

—¿Qué legado dejaron Bette y Joan?

—Es muy interesante que aún hablemos de ellas y esta serie nos ha dado la oportunidad de hablar sobre la edad y el sexismo en Hollywood. Pero dejaron películas realmente hermosas, y ese es su legado. Espero que los más jóvenes no familiarizados con su trabajo ahora puedan mirar algunas de sus películas: son increíbles. Volver al tiempo de cuando realmente se contaban historias, lo que se hace cada vez menos en beneficio de los grandes blockbusters. Películas donde la gente no necesita prestar atención al guión. Muchas de sus películas son clásicos bellamente fotografiados y divertidos de ver. Espero que la serie haga que la gente las vuelva a ver.

Pistas del escándalo.

Davis dijo de Crawford: "ha dormido con cada coestrella de la MGM, menos Lassie". Y Crawford afirmó que Davis "nunca tuvo un día o una noche feliz en su vida". En 1962 coprotagonizaron su única película juntas: ¿Qué pasó con Baby Jane?, con Davis como desquiciada ex estrella infantil y Crawford como su hermana, una estrella de cine inválida.

OTROS TRES ENFRENTAMIENTOS.

Joan Fontaine y Olivia de havilland.

Pese a ser hermanas, las dos actrices fueron rivales durante toda la vida. Fontaine: "Me casé primero, gané el Oscar antes y, si muero primero, se pondrá furiosa porque también le habré ganado en eso".

Libertad Lamarque - Eva Duarte.

Mientras filmaban La cabalgata del circo (1945) surgió el rumor de una bofetada a Duarte, cosa que Lamarque siempre desmintió. El incidente se convirtió en una leyenda urbana. "Gracias a mi pelea con Evita, conquisté América", confesó Lamarque.

Sarah Jessica Parker - Kim Cattrall.

Pese a que se mostraban como las mejores amigas en la serie Sex and the city, la relación no era tan buena detrás de cámaras. Todo comenzó cuando Cattrall se enteró del sueldo que cobraba Parker.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Sarandon. Foto: Difusión

SARANDONNICOLÁS LAUBER

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