Durante la década pasada, las denuncias que acusaban a Bill Cosby de haber violado a más de una mujer, estuvieron rondando en los medios y formaron parte de distintas investigaciones.

Varias de las víctimas salieron a dar su testimonio pero nadie les creyó: a veces es difícil separar el actor del personaje, y a la opinión pública le costaba creer que Cosby no era ese padre afable que se veía en la TV.

En 2014, el comediante Hannibal Buress, llamó "violador" a Cosby en una de sus rutinas de stand up, y allí el tema volvió a surgir.

Sin embargo, no fue hasta la semana pasada, que la opinión pública terminó por volcarse en contra de él. El factor decisivo fue la publicación de un testimonio de Cosby durante un juicio ocurrido entre 2005 y 2006.

El actor había confesado que pedía a distintas agencias de modelos que lo contactaran con jovencitas, "preferentemente con problemas de dinero". Las invitaba a cenar y les ponía metacualona (droga conocida como quaalude en Estados Unidos) en sus bebidas.

Esta semana la revista New York publicó un especial con 35 mujeres que denuncian haber sido víctimas de Cosby, desde la década de 1960 hasta fines de la de 1990.

A pesar de haber sido entrevistadas por separado y en distintos momentos, las similitudes de los casos son innegables.

La historia que se repetía era más o menos esta: Bill Cosby le ofrecía a jóvenes actrices o modelos ser su mentor. Las invitaba a cenar para conocerse, leer el guión, ensayar una escena. Luego las drogaba y tenía sexo con ellas.

Otras veces las víctimas eran amigas o conocidas de él, lo que hacía aun más difícil que ellas confesaran lo que había sucedido.

En los testimonios recogidos por New York Magazine, las mujeres perdían control de su cuerpo, la capacidad de hablar, sentían náuseas y en algunos casos se desmayaban.

Janice Dickinson —una famosa modelo estadounidense, que tuvo gran éxito en la década 1970— está entre el grupo que acusa a Cosby. Con ella tenía cierta relación, entonces cuando él le ofreció ir a su casa en Lake Tahoe para discutir un posible rol, no lo dudó.

Tanto las mujeres como los medios coinciden en que aquella época era más duro hablar de violación que en la actualidad. Era un crimen que se pensaba que normalmente era perpetrado por un desconocido, probablemente armado. No por un amigo, ni por uno de los actores más apreciados de su generación.

Por eso las acciones de Cosby recién salen a la luz hoy. Incluso algunas modelos que querían hablar fueron disuadidas por sus managers, ¿quién les iba a creer? Hoy esos crímenes ya prescribieron y no hay evidencias. Probablemente Cosby nunca vaya a prisión.

La opinión pública le dio la espalda a Bill Cosby