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"Espíritu inquieto", la película que pinta la imagen más fiel de Gustavo Pena, El Príncipe

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Gustavo Pena, El Príncipe. Cantautor. Foto: Archivo

ESTRENO

El documental sobre El Príncipe, se preestrena hoy con entradas agotadas, y se estrena el jueves en Sala B. Dirigen Matías Guerreros y Eli-u Pena

Matías Guerreros se había enamorado de la obra y las canciones de Gustavo Pena, El Príncipe. Estaba escuchándolo tanto que decidió hacer, sobre él, su tesis de facultad, y entonces contactó a la hija del Príncipe, Eli-u Pena, que venía dedicándose de lleno a la recopilación y digitalización de toda la creación de su padre, que andaba dispersa por ahí. Aquel primer mail que puso en contacto a dos desconocidos fue enviado en 2010 y nueve años después —la tesis nunca se hizo—, esta semana llega a los cines el documental Espíritu inquieto, un retrato inmejorable de uno de los personajes más fascinantes de la música nacional de los últimos años. El preestreno es hoy a las 20.00 en Sala Zitarrosa (entradas agotadas), y el estreno es el jueves en la Sala B del Auditorio Nelly Goitiño.

La película, de una hora y media de duración, se sale de lo esperable -la compilación de testimonios para contar cómo era el protagonista- para centrarse en una rica cantidad de material de archivo. Así, el que se cuenta a sí mismo es El Príncipe, cantautor y creador compulsivo que aportó una cantidad de canciones preciosas al repertorio nacional, y un abordaje sensible y original de la música que, después de su fallecimiento en 2004, cobró gran dimensión en la región.

Hoy, Gustavo Pena es referencia para varias generaciones de artistas en Uruguay y Argentina, y canciones como “Mandolín” o “Cómo que no”, por mencionar dos, han sido versionadas hasta por Manu Chao. Y Espíritu inquieto viene para difundir aún más su obra, pero sobre todo para retratar de manera poética el vínculo distinto, diferente que El Príncipe tuvo con la música, que fue su forma de relacionarse con el mundo.

diez años

El proceso de "Espíritu inquieto"

“Yo laburé desde 2004 hasta que me fui a Brasil, en la digitalización y la recopilación de todos los materiales que había en la vuelta. De ahí fui haciendo ediciones online, todo eso, y el documental me pareció la instancia ideal para hacer confluir todo ese material”, cuenta Eli-u Pena, psicóloga y cantante, en charla con El País. “No tenía plan de participar así, tan intensamente” en una película, cuenta, “pero se fue dando, y me terminé involucrando más porque las circunstancias lo ameritaban”.

Ni Pena ni Guerreros, que trabaja en publicidad y es baterista de Croupier Funk, venían del palo del cine, y eso tuvo que ver con la década de trabajo que hay detrás de este proyecto, pero también con los cambios y las decisiones que fueron tomando en el camino. Porque lo primero fue una idea, un guion, y en función de eso la realización de entrevistas, para ir por el lado más testimonial del documental. Sin embargo, a medida que los dos fueron metiéndose de lleno en una gran cantidad de material de archivo que tenían a disposición, fueron entendiendo que lo que tenían que hacer era otra cosa: dejar a Gustavo Pena hablar por sí mismo.

“Esta película es diferente a un documental clásico”, explica Guerreros. “Yo la miraba y le comentaba al resto del equipo: ‘che, ¿no faltan entrevistas?’ Porque hicimos más de 30 y algunas duraron hasta cuatro horas; imaginate todo el material que dejamos afuera. Entonces tenía esa duda, pero en un momento confié completamente en el instinto de Eli-U y de Guille (Madeiro, a cargo del montaje del film), y hoy en día no me arrepiento para nada”.

“Es que en un momento había que pensar en profundidad cuál era el propósito de la participación de tal o cual persona”, sigue Eli-u Pena, y si lo único que justificaba una aparición era la fama del involucrado, entonces perdía el sentido. Por eso en los agradecimientos figuran desde Manu Chao a Jorge Drexler y Ruben Rada, que al final no aparecen en Espíritu inquieto. “Porque el tema era hacer algo que tuviera todo que ver con mi padre, que no hubiera ni una imagen que fuera sacada de contexto. Que cada imagen estuviera relacionada con él”, resume Pena. La decisión fue un gran acierto.

opiniones

Los motivos detrás del documental

“Otro pedazo de mi cabeza, eso les voy a mostrar”, dice en un momento de Espíritu inquieto Gustavo Pena, y eso sintetiza la esencia del film, que logra abarcar en profundidad a un artista singular.

Fotograma del documental "Espíritu inquieto" sobre Gustavo Pena, El Príncipe. Foto: Espíritu inquieto
Fotograma del documental "Espíritu inquieto" sobre Gustavo Pena. Foto: Espíritu inquieto

“Lo que queríamos contar era fundamentalmente la relación del Príncipe con la música, con lo artístico, y cómo desde ahí se relacionaba con el resto. De eso como la base de su vínculo con el mundo”, dice Eli-u.

—“No sé para quién hago la música, sé por qué la hago”, es una de las últimas frases de la película, y quería trasladarla a ustedes. ¿Para quién y para qué hicieron Espíritu inquieto?

Eli-U Pena:

En consonancia con eso que acabás de decir. Del mismo modo que mi padre tenía ideas de cuál era el propósito de tanta música en su vida, y que era algo que lo trascendía, creo que en el fondo de esta película también está eso. Hacer algo que ya no es solo para nosotros, sino que es un granito de arena para aportar a la difusión de un poeta, un músico que dejó mucho para todos. Entonces me siento en consonancia con lo que dice mi viejo ahí. Uno tiene ambición, se embarca en un trabajo que no es fácil, pero esa convicción misteriosa que por ahí nos preguntábamos por qué sigo haciendo esto o cuándo será que lo logramos, atrás está esa cuestión de contribuir con todos.

Matías Guerreros: Sí, mi mayor motivación creo que fue: existe toda esta música, y no puede ser que hable con gente y no sepa que existe El Príncipe. Porque es una música que tenés que escuchar, porque te va a hacer bien escucharla.

DETALLES

Las funciones y el futuro de la película

Espíritu inquieto será preestrenado hoy en Sala Zitarrosa con entradas agotadas, y el jueves a las 21.00 se exhibirá por primera vez en la Sala B del Auditorio Nelly Goitiño (18 de Julio 930), donde en principio tiene funciones programadas para viernes, sábado y domingo, y luego para el 12, 13, 14 y 15 de diciembre.

“Y yo prefiero que la den en un lugar abierto para la mayor cantidad de gente posible, que a cualquier función de cine, porque la difusión es el principal objetivo, y por eso vamos a tratar de llevarla a todos lados”, explica Matías Guerreros, que adelanta que la intención es poder llevarla a algunos puntos del interior y a Argentina, donde desde que se anunció que el estreno estaba cerca, la demanda se ha hecho sentir.

Espíritu inquieto
tiene la particularidad de que buena parte de su equipo técnico está compuesto de músicos o personas de la escena.

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