Dice la leyenda que en pleno furor por el disco Thriller de Michael Jackson, el patriarca de la familia sentó a Janet para aleccionarla y dirigirla. "Podrías ser la próxima Madonna", le habría dicho Joe Jackson para tratar de encaminarla.

FABIÁN MURO

A ella no le interesaba. "Voy a ser más grande que Michael", respondió la entonces muchacha, pegó un portazo y se alejó de la influencia de su papá. Y aunque Janet nunca hizo un disco tan exitoso como el de su hermano, llegó más veces que él al primer puesto de la lista de ventas de álbumes.

Unbreakable no es la excepción. A pocos días de publicado, llegó a lo más alto de la lista Billboard. Es la séptima vez que lo consigue, una por debajo de Madonna y tres por debajo de Barbra Streisand, las únicas que están por arriba de ella en esa escala.

A un año de cumplir 50, la artista solo disimula su edad en las producciones fotográficas, cargadas de Photoshop. En las canciones, sin embargo, Jackson suena cómoda como una veterana cantante de su propia variante de soul y pop.

En vez de correr tras la última tendencia o poblar las canciones de invitados de moda como hace Madonna, Jackson asume no solo su madurez, sino también reafirma su estilo. Desde que se fue del cobijo familiar siempre trabajó con los mismos productores —Jimmy Jam y Terry Lewis—, más unos pocos invitados especiales.

No hay sorpresas en Unbreakable, pero sí hay varias canciones en las que la etérea voz de Jackson brilla llevando adelante arreglos tan elegantes como seguros de sí mismos. El disco se extiende más de la cuenta con algunos temas que son un tanto anónimos, pero si hubiese un boliche bailable para cuarentones y cincuentones, Unbreakable sería obligatorio.

Compositores: Janet Jackson, Jimmy Jam, Terry Lewis, Thomas Lumpkins, Melissa Elliot, Dwayne Abernathy y Jermaine Cole. Producción: Jimmy Jam, Terry Lewis, Dem Jointz. Invitados: Missy Elliot, J. Cole.

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