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Un desafío para aventureros necios

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Expedicionarios: Brolin, Gylenhaal y Clarke a la intemperie.

Hay películas que entran en la categoría de esas que el espectador termina diciendo: "¿Qué necesidad?". Para el caso es qué necesidad tiene la gente de subir al Everest, el punto más alto de este planeta, atravesando las peores condiciones climáticas imaginables.

Uno se siente como cuando un toro agarra al torero: da pena, pero qué necesidad tenía el tipo de ponerse a hacer tonterías frente a tremendo vacuno.

El que uno sienta empatía por expedicionarios que se atreven a retar a la naturaleza es uno de los grandes desafíos que debe afrontar Everest. Lo consigue sortear a medias y recurriendo al drama fácil que es lo que siempre funciona.

Es una historia verdadera. En 1996 ocurrió el mayor accidente en el Everest cuando, en pleno apogeo del turismo aventura, dos expediciones iban camino a la cumbre y se vino una tormenta de las feas. La pasaron espantoso. La película es la crónica de esas expediciones mortales con un equipo de estrellas de Hollywood. Pasaron frío Jason Clarke, Josh Brolin, Jake Gylenhaal, Emily Watson, entre otros, interpretando estereotipos (el tejano rudo; el maestro pobre que quiere darle un ejemplo a sus alumnos; el jefe de expedición hippie). La película no le tiene miedo a los lugares comunes y tiene todo para ir al estante de superproducción de Hollywood. Para bien y para mal.

Está dirigida por Baltasar Kormakur, un islandés que se siente en Hollywood como en casa. Ya hizo cosas como Contrabando y Dos armas letales, pasatiempos algo pretenciosos pero intrascendentes principalmente al servicio de Mark Wahlberg.

Acá, junto con el fotógrafo Salvatore Totino, tiene para lucirse porque el escenario es perfecto. Lo aprovecha con tomas panorámicas que resaltan la nimiedad humana ante un monstruo gigantesco. Y con un correcto manejo del suspenso imprescindible ante una historia de la que, se supone, los espectadores van sabiendo el final.

Para estirar la historia, además, Kormakur no se averguenza de un par de escenas lacrimógenas demasiado burdas, incluyendo a Keira Knightley moqueando en un primer plano aterrador. Son concesiones y alivios dramáticos se supone, pero sobran un poco.

En definitiva, Everest es una aventura de matiné y, bien por eso, no se vende como otra cosa. No es buena como La tormenta perfecta de Wolfgang Petersen, una referencia inevitable. Pero funciona como un entretenimiento menor con gran despliegue y poco apto, eso sí, para espectadores con vértigo o friolentos.

SABER MÁS

Everest [**]

Estados Unidos, 2015. Director: Baltasar Kormákur. Guión: William Nicholson, Simon Beaufoy basados en el libro Into Thin Air de Jon Krakauer. Fotografía: Salvatore Totino. Montaje: Mick Audsley. Música: Darío Marianelli. Elenco: Jason Clarke, Josh Brolin, John Hawkes, Jake Gyllenhaal, Emily Watson, Keira Knightley. Duración: 121 minutos. Estreno: 1° de octube, 2015.

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