Crítica
Crítica a la película El demonio quiere a tu hijo que se estrenó hoy en Montevideo
Mary perdió a uno de sus dos bebés en el parto. Desde entonces, esta ama de casa de clase acomodada y con una vida resuelta, se dedica a ser madre primeriza. Aunque el dolor por la pérdida de uno de los gemelos la sigue atormentando. Hasta allí la película es un drama sobre la depresión posparto donde Jack (Jesse Moss), el marido de Mary (Christie Burke) la ayuda, cuando no trabaja.
Poco a poco (tal vez demasiado lento es el planteo que hace el director Brandon Christensen quien también ayudó con el guion), comienzan a suceder cosas extrañas en esas noches llenas de llanto de bebé e insomnio.
Título original: Still/Born
Algún sonido extraño en un monitor para bebés, una imagen que no corresponde en una tablet y poca cosa más genera algún susto. Así, cuando Mary parece estar superada por los problemas maternos, encontrará refugio en una vecina (también con su vida resuelta) que, si bien no es un ejemplo a seguir, la ayuda a superar las inseguridades de toda primeriza.
Aunque cuando Jack tiene que irse de viaje, la película, recién allí, empieza a centrarse en una presencia sobrenatural que, Mary entiende aunque no se explica la razón, quiere a su bebé. Ese es el inicio de otra película, una de terror que tiene algunos agujeros en el guión y muy pocos momentos para asustarse, lo que, tal vez, es la falla más importante de la película.
Explotando casi todos los recursos de otras películas de terror de los últimos años: La bruja de Blair, En compañía del miedo, Actividad paranormal y El conjuro, El demonio quiere a tu hijo se queda a mitad de camino entre una película sobrenatural, un drama y una historia de terror con los giros de tuerca esperables del género.