Estreno

Se estrenó una comedia que ya se había visto en los 80 con Steve Martin y Michael Caine

Quizás convenga no haber visto Dos pícaros sinvergüenzas, aquella comedia de la década de 1980 con Michael Caine y Steve como una pareja despareja de estafadores en la Costa Azul, de la que Maestras del engaño es una remake; Dos pícaros sinvergüenzas era ya una remake de Dos seductores con Marlon Brando y David Niven. Las dos eran películas del montón pero la de Caine y Martin tenía grandes pases de comedia.

En Maestras del engaño los papeles cambiaron de género y está Anne Hathaway como una refinada timadora de alta gama y Rebel Wilson, que es una aprendiz torpe y desprolija. Se unen, medio a la fuerza, para estafar al jovencísimo y millonario creador de una aplicación (Alex Sharp).

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Lo que el director Chris Addison (que viene de la televisión) hace es dejar que transcurran los gags que, en general se apoyan en la desfachatez de Wilson que, si vamos a depender de Hathaway, estaríamos perdidos. Lo que funciona es, como siempre, esa contraposición de los personajes y de su forma de acercarse al humor.

Poco carismáticos, chistes salteados y el recuerdo de la de Martin y Caine, atentan un poco contra la satisfacción total. Pero si se perdonan esos detalles, Maestras del engaño se ve con amabilidad. No pretendía mucho más.