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Comedia sexual sobre estos tiempos tan modernos

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Paco De León, entre Belén Cuesta y Ana Katz en El amor se hace. Foto: Difusión

El amor se hace [***] España. 2016. Director: Paco León. Guion: Paco León, Fernando Pérez. Fotografía: Kiko de la Roca. Montaje: Alberto de Toro. Dirección artística: Vicent Díaz, Montse Sanz. Vestuario: Javier Bernal, Pepe Patatín. Con: Paco León, Ana Katz, Belén Cuesta, Candela Peña, Luis Callejo, Natalia de Molina, Álex García, Alexandra Jiménez. Duración: 102 minutos. Estreno: 12 de enero.

Esta película tiene cuatro nominaciones a los premios Goya —actriz de reparto (Candela Peña), guión adaptado, actriz revelación (Belén Cuesta) y mejor canción original— y ha sido un suceso de taquilla en España.

Está, además, escrita y dirigida por Paco León, de quien acá se conoce poco (como actor, Dieta mediterránea; como director, Camina o revienta) pero que en España es una sensación gracias a un par de éxitos televisivos y cinematográficos

El amor se hace es su tercer película como director y un proyecto bastante distinto de Carmina o revienta y Carmina y amén, un díptico que tiene a su madre como protagonista. Ahora va por el lado de la comedia popular anunciada como "erótica-festiva" sobre cinco filias sexuales que incluyen por ejemplo, excitarse con alguien dormido o ante una situación violenta. Es un remake de una película australiana, Little Death, que, según le dijo León a El País, se permitió cambiar a su propio estilo.

Si no puede ver el video, haga click aquí.

Las historias están apenas ligadas y en su independencia hay algunas que resultan más atractivas que otras. Entre las buenas está la que León se reservó para él sobre un triángulo amoroso que integra con la argentina Ana Katz y Belén Cuesta. También es entretenida y más o menos original, la de la mujer que se excita cuando se esposo llora y hace todo lo que puede para conmoverlo; tiene un tono de aquellas películas italianas de la década de 1960 que le va muy bien.

A pesar de su ambición erótico festivo, el saldo es una comedia bien amable. Ya desde la publicitaria presentación de los créditos pasando por su paleta de colores o las explicaciones con sobreimpresos, hasta el final a pura fiesta, está claro que esto va a por el gran público. Eso no está mal y en ese sentido, León cumple con todo el protocolo: los personajes son agradables y las anécdotas pasan sin demasiadas alteraciones.

Es un película optimista porque ¿hay algo más optimista que entender que el sexo, más allá de represiones propias y ajenas, puede ser la solución a todos nuestros problemas? León consigue transmitirlo con el tono que precisaba la historia.

AWill Smith siempre se lo asocia a la acción de ciencia ficción (Día de la independencia), la comedia de acción (Hombres de negro), y la acción pura y dura (la saga de Dos policías rebeldes).

Pero también sabe ser un actor dramático que va desde lo biográfico (Muhammad Ali) a lo inspiracional (En busca de la felicidad); por esas dos películas estuvo nominado al Oscar.

Belleza oculta bien podría ser una versión libre y moderna de Cuento de Navidad de Charles Dickens. Smith —en plan deterioro físico y emocional con ojeras y barba incipiente— interpreta a Howard un publicista deprimido quien no logra superar la pérdida de su hija.

Son sus tres colegas Whit (Edward Norton), Claire (Kate Winslet) y Simon (Michael Peña) quienes intentarán hacer que vuelva a ser el creativo que solía ser. Gracias a una detective, encuentran cartas que este hombre escribió a tres entidades: amor, tiempo y muerte. Con esta información contratan a tres actores (Helen Mirren, Keira Knightley y Jacob Latimore) para que sean como los fantasmas que acosan a Ebenezer Scrooge en la historia de Dickens.

Se dice que para superar un trauma, lo primero que hay que hacer es asumirlo, y en esos momentos previos al reconocimiento del problema es cuando el espectador conoce a Howard, un hombre quebrado que se dedica a crear estructuras con fichas de dominó y después destruirlas, una metáfora algo simple sobre su estado actual.

Una vez más el director David Frankel hace una película con muchos protagonistas: hay siete actores rodeando a Smith. Un desperdicio de nombres conocidos con personajes reducidos a elementos secundarios sin mucha exploración ni trascendencia para la trama.

Alejado de las comedias que hicieron más o menos conocido a Frankel como (El diablo viste a la moda y Marley y yo) Belleza oculta es una película triste por su historia por ser un despropósito de buenos actores poco aprovechados que no se lucen, haciendo que todo se vea reducido a una continuación de situaciones simples y poco originales.

Además, el mensaje de la película, que termina reducido a aceptar lo que nos toca vivir, no es más que otro lugar común. Como todo este asunto.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Paco De León, entre Belén Cuesta y Ana Katz en El amor se hace. Foto: Difusión

CINEFERNÁN CISNERO

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