Estrena

Con información de El País, España 

E. S. es el personaje mudo -entre Buster Keaton y Jacques Tati- con el que el palestino Elia Suleiman (Nazaret, 59 años) ha encontrado su lugar en el cine. Ahora vuelve en De repente, el paraíso con su mirada perpleja ante lo que le rodea, con su gesto naíf tras asistir a un tumulto policial, o con sus indestructibles ganas de vivir, sea cual sea la violencia o la gente que se tropiece en su camino. Se estrena hoy en Cinemateca Uruguaya.

De repente, el paraíso ganó en Cannes una mención especial del jurado y el premio Fipresci de la crítica internacional. En Uruguay se estrenaron su Intervención divina y 7 días en La Habana.

“Es mi película más divertida, porque a mayor desesperación, mayor humor. Y es el resultado de cómo están las cosas en el mundo”, le dijo a El País español. “Esto no quiere decir que sea pesimista. Al contrario, porque si no, no haría cine”.

De repente, el paraíso es un viaje que arranca en Palestina, prosigue por París y Nueva York (donde aparece Gael García Bernal) para terminar su casa familiar. Vaya donde vaya, a E. S. le persiguen la policía, la incomunicación, la violencia; él solo quiere viajar tranquilo y hacer una película. “Hay que insuflar esperanza en el mundo, porque solo la esperanza hace que no te derrote la situación actual. El puente entre nosotros como individuos y el colectivo que formamos como sociedad está roto, habitamos un mundo individualista. Y el cine podría ser ese puente, esa herramienta de comunicación; tal vez no como arma de acción sino de consuelo. Necesitamos consolarnos mucho los unos a los otros, nos acercaría”.