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Nicolás lauber

En agosto de 2018 se estrenó en Netflix La casa de las flores, una serie mexicana que se centraba en las miserias de la acaudalada familia De La Mora. Desde entonces, su historia ha navegado entre la comedia de enredos y el drama telenovelesco.

Esos matices, sumado a un ingenioso guion, un elenco lleno de caras conocidas, buena banda sonora y una reivindicación a la comunidad LGBT hicieron que la serie creada por Manolo Caro se volviera tendencia en todo el mundo. En Uruguay, cada estreno de temporada posicionó a la serie entre lo más visto de la plataforma.

También fue muy elogiada la actuación de Cecilia Suárez, quien interpreta a a la hija mayor de la familia, Paulina, y fue la mejor actriz para los Premios Platino en las últimas dos entregas. Su personaje, su forma de hablar y sus dichos, la hicieron tendencia en las redes sociales.

El estreno de la película que cierra la historia de esta familia tan disfuncional como querible, volvió a estar entre lo más visto de Netflix.

Después de tres temporadas, y un especial sobre el accidentado funeral de la matriarca Virginia De La Mora (Verónica Castro) parecía que ya se conocía todo sobre esta familia, aunque el creador tenía más tela para cortar.

“A los De la Mora les quedó un asuntito pendiente y regresan este 23 de junio en la película de La casa de las flores por Netflix”, escribió en mayo Manolo Caro, anunciando el estreno de una película que se rodó en total secreto.

Los De La Mora tienen una gran florería, y por más distinguida que quiera ser, tiene algunos problemas familiares para atender. El patriarca tenía una familia paralela y era dueño de un cabaret que también se llamaba La casa de las flores. Además, sus tres hijos tienen asuntos para conversar con el psicólogo. La tercera temporada finalizó con la boda -oficiada por Miguel Bosé- de María José (Paco León) y Paulina, después de algunos desencuentros, y una posesiva hermana que parecía impedir el final feliz de ellas dos.

Además, mientras se conocía la juventud de Virginia, se supo que su gran amor siempre fue Salo (David Ostrosky), el psicólogo que usa títeres y ha tratado a toda la familia. También que el verdadero padre de Paulina es Pato (Christian Chávez), quien fue asesinado por Agustín (Emilio Cuaik) para que no revele la relación amorosa que tuvieron ellos. De esta forma concluía la serie, cerrando las distintas tramas que se fueron abriendo desde la primera temporada, con el villano tras las rejas y la familia reunida.

“Cuando se bajó la cortina, en la tercera temporada, realmente creíamos que era el final de La casa de las flores. Esta inquietud surgió a partir del confinamiento”, dijo Cecilia Suárez en diálogo con La Tercera.

“Este impulso, este ímpetu corresponde a ese deseo de que la gente en este momento en particular se divierta y la pase bien. Pero ya más adelante, no sé”, agregó Suárez quien tiene varios proyectos en desarrollo, al igual que el creador de la serie.

En la hora y media que contiene a La Casa de las Flores: la película, los De la Mora planean un robo en su antiguo caserón, volviendo a vincular el pasado y presente de la familia para intentar conseguir las pruebas suficientes para que Agustín siga en prisión. El robo, surgido gracias a una “premonición” de la ama de llaves de la familia, Delia (Norma Angélica ), hará que los De La Mora hagan todo lo posible, por más disparatado que resulte, para conseguir un tesoro que además de joyas, tiene la prueba necesaria para encarcelar al villano.

“Tiene un espíritu agradable, casero, divertido. Habla de la familia, del amor a la gente que nos rodea, nuestros padres, nuestros hermanos”, dijo Caro en una entrevista con el programa mexicano Ventaneando.

Además, la película de La Casa de las Flores suma una nueva villana, Esperanza, interpretada por “la novia de México”, Angélica María, quien es la nueva dueña del caserón y la que se interpone entre los De la Mora y su cruzada.

Aislinn Derbez quien interpreta a la menor de los De la Mora, dijo que se sorprendió que Caro retomara la historia, y que su personaje, la despistada y voluble Elena seguirá siendo la “más normal de la familia”. “Esta película ya es lo último que van a ver de La Casa de las Flores, según esto, pero no estamos seguros, todo puede pasar”, comentó la hija de Eugenio Derbez a la revista Quién.

Esta película, sencilla pero graciosa, puede que cierre la historia o no, pero de lo que no hay dudas es que está hecha para los fanáticos que ha ido conquistando en estos años. Y si bien la primera temporada sigue siendo la que mejor supo manejar el melodrama con la comedia ácida, esta película es una buena y divertida conclusión integrada por todos los ingredientes que hicieron popular a la serie. Y entre robos, flores y travestis, los De La Mora demuestran ser una de las familias más divertidas de la televisión.