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Carlos Morelli habla de "El cumple", su película alemana con las estrellas de "Dark"

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Carlos Morelli

Entrevista

El director de "Mi mundial" estrenó en salas locales una historia con tintes kafkianos protagonizada por Mark Waschke y Anne Ratte-Polle, de la exitosa serie de Netflix

Carlos Morelli
Carlos Morelli, director de "El cumple"

Carlos Morelli fue el director de Mi mundial, una de las películas uruguayas más vistas de la historia y ahora acaba de estrenar en Uruguay, El cumple su primer largometraje en Alemania, el país donde está radicado con su familia. La película -protagonizada por Mark Waschke y Anne Ratte-Polle, dos de las estrellas de la serie de Netflix, Dark-cuenta la historia de una pareja que en pleno proceso de separación, organizan el cumpleaños de su hijo. Lo que sigue es un drama con aspecto expresionista tan inquietante como interesante.

—En El cumple están Anne Ratte-Polle y Mark Waschke dos estrellas alemanas que los uruguayos conocemos por Dark. ¿Cómo se concretó eso?

—Si tenés una historia que interesa podés acceder a actores que de otra manera sería imposible. En Alemania hay un sistema donde los actores más conocidos tienen acceso a guiones de todo tipo. Yo entrevisté a muchos, de su nivel y más alto, y los elegí a ellos aunque todos me dijeron que sí. Me sorprendió que estuvieran dispuestos a leerlo, a conocerme, que vieran Mi mundial. Después hubo que acomodar agendas: son gente que trabaja mucho.

—¿Ya eran conocidos por Dark cuando el rodaje?

—Rodamos entre la temporada uno y la dos, así que, sí, eran muy conocidos aunque en Alemania ya eran muy famosos. El es el comisario Karow de la serie Tatort que ven ocho millones y medio de personas cada domingo. Y ella es la actriz invitada en las mejores compañías de teatro.

—¿Su presencia ayudó?

—Muchísimo pero igual no funcionó porque cerraron los cines. Tuvimos mucha difusión porque fue la película que abrió las salas en Alemania y todos vinieron a cubrir el estreno: hablé horas y horas sobre la película. Los cines al principio estaban con aforo limitado y con la gente temerosa pero a finales de octubre cuando estábamos en un montón de salas en Berlín y estaba creciendo, volvieron a cerrar los cines. No creo que cuando reabran, vuelva a las salas. Ahora tiene que pasarse en ZDF, un canal de aire que coproduce, y ya se va a vender en DVD y en Blu Ray.

—¿Qué te parece que les interesó del proyecto?

—Les sedujo la propuesta que les hice, de la puesta en escena, la cámara, los planos largos, el blanco y negro y la música. Les pareció que no era lo más usual. Es cierto, no es una película usual.

—La película tiene un título con un término medio infantil, que parecería acercarla a Mi mundial, sin embargo no tiene nada que ver. ¿Por qué fuiste por ahí?

—Podría pensarse que es más infantil, cierto. Originalmente, le quería poner “Los elefantes crecen muy rápido” pero en alemán suena mucho más infantil y los distribuidores no quisieron. Parecía el título de una película iraní.

—Mi mundial era un proyecto por encargo, acá escribiste el guion y dirigiste. ¿Es una película más personal?

—No es más personal pero la mecánica de cómo originó fue distinta. Sí, es un proyecto que escribí y del que financié el desarrollo del guion y todo el proceso hasta que encontré el productor pero no es que sea más persona. Es una experiencia y una idea propia, eso sí.

—La película tiene todo un tramo expresionista. ¿Es por eso que te decidiste por el blanco y negro?

—No. Un periodista me dijo que a medida que avanzaba se fue olvidando que era en blanco y negro. Ese era el objetivo. Al principio choca porque no estamos acostumbrados pero no fue elegido para la segunda parte de la película, sino para hacer una historia que se desarrollara en un no lugar, atemporal y aespacial. La idea era construir como un cuento de hadas en una historia con un mundo propio.

—Funciona para acentuar el tono kafkiano.

—Lo más kafkiano es la actitud del personaje que, a pesar de que sigue viendo cosas particulares sigue avanzando con una curiosidad pasiva. Aunque ve que es raro, no huye. El contexto visual se nos fue revelando con la combinación de la historia y las locaciones. Es una manera sana de llegar a las referencias.

—La película es la crisis de un hombre. ¿Es autoreferencial?

—Sí, soy padre y soy hijo. Igual no es un ejercicio terapéutico porque ahí se mezclan mis propias exageraciones y dramatizaciones pero me reconozco en la angustia de los niños y de los padres y la película condensa estas dos preocupaciones.

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