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Bob Odenkirk, de "Better Call Saul" a ser el nuevo héroe de acción del cine con "Nadie"

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Bob Odenkirk

Estreno

El actor que conocimos por su papel de abogado en "Breaking Bad" tiene una película que acaba de estrenarse en NSNow de Nuevo Siglo

Será por siempre Saul Goodman, pero Bob Odenkirk es mucho más que el pícaro abogado al que conocimos en Breaking Bad y después tuvo su serie propia, Better Call Saul. Ahora encontró una nueva franquicia y una nueva personalidad con Nadie, la película de acción que estrenó, para alquilar, NSNow de Nuevo Siglo.

No se parece en nada de lo que conocemos de Odenkirk, un actor que surgió de la comedia y tiene una carrera de más de 30 años. Nadie es una de acción que cumple con todo lo que promete: un montón de violencia coreografiada como se lleva ahora, un poco de disparate y una simpleza que le calza perfecto.

Y está Odenkirk en un papel de vengador en una variación de las recientes películas de Liam Neeson con la velocidad de la saga de John Wick. De hecho, a Nadie la escribió Derek Kolstad y la editó Evan Schiff, ambos vinculados a la saga protagonizada por Keanu Reeves y que es de lo mejor que hay en cine de acción en la vuelta.

“Nadie” es Hutch Mansell, un hombre suburbano que trabaja en la empresa de su familia política, donde convive con un par de ineptos que lo destratan. Su vida es aburrida y está acompañada por el desdén de su esposa (Connie Nielsen) y una rutina que la película revela en todo su agobio con un montaje imaginativo en el mismo comienzo.

La única que le tiene cierta admiración en la casa es su hija pequeña, pero es un tonto placebo para una vida que lo ha dejado de lado. Pero hasta el más aburrido empleado puede ser un arma mortal. Solo hay que pincharlo en el lugar incorrecto para despertar una furia impensada. Ya lo había enseñado Alberto Olmedo en aquellos guiones que le contaba a Javier Portales y que parecen estar en la base de este género.

Y a Hutch se le despierta la ira cuando una noche, por esas cosas que pasan en las películas, unos copadores se meten en su casa. Y cuando tenía todo para neutralizarlos prefirió dejarlos ir. Sin embargo, algo se activó dentro de él y justo cuando estaba con la adrenalina a tope se cruzó con unos mafiosos rusos que son lo máximo en villanía del cine moderno.

Lo que no saben es que Hutch fue un agente especial y tiene todos los recursos para no solo evitar sino también aniquilar un jefe mafioso que mete miedo y a toda su troupe. Encuentra un improbable compinche en su padre (interpretado por el propio doctor Emmett Brown, o sea el actor Christopher Lloyd) y un hermano adoptivo (RZA) que aparece justo cuando se lo necesita.

“No es fácil descubrir qué conecta esto con el resto de mi carrera y no estoy seguro de poder ponerlo fácil”, le dijo Odenkirk a The New York Times. “Cuando me acerqué por primera vez al proyecto, mi cerebro dijo: ‘Tal vez podría hacer una película de acción’. Estoy en buena forma, quizás podría aprender si tuviera tiempo. Y creo que tengo los componentes indispensables para un líder de acción por Better Call Saul. Es serio. Es infatigable. Encuentra una forma de evitarlo todo. Saul siempre está cambiando su enfoque para tratar de superar la última complicación que tiene enfrente. Lo único que Saul no hace es pelear”.

Al igual que en John Wick (seguramente lo mejor del cine de acción actual), acá, básicamente es una sucesión de peleas de esas difíciles de sobrevivir. Todas son a muerte y lo que cambia son las locaciones incluyendo una en un ómnibus filmada con una eficiencia que consigue transmitir el dolor de cada golpe. Esa es la esencia, en definitiva, del género.

“Estaba pensada como una película de género: pura, sin complejos, nada irónica”, le dijo Odenkirk al Times. “Ojalá la hayamos llevado a un extremo que la convierta en nada más que en una explosión cinematográfica de furia y rabia elementales”.

Además de una película de género también tiene un vínculo con El club de la pelea en su retrato de un varón domado que encuentra un salvoconducto hacía su hombría a través de la violencia. La mecha que enciende es tan banal que es más una excusa que una razón de peso para ponerse así de loco.

Odenkirk, que empezó a impulsar el proyecto en 2016 como una forma de globalizar su carrera, sufrió él mismo dos robos violentos en su casa de Los Angeles y eso le permitió trabajar sobre el personaje.

“El primer robo fue particularmente traumático”, le dijo a The New York Times. “Los sentimientos residuales de frustración y enojo son reales y permanecieron conmigo. Era algo con lo que pensé que podría construir este personaje. Sé que la violencia no resuelve nada. Pero créeme, te vienen ganas de lastimar a alguien que lastima a tu familia”.

Por mucho menos Hutch, ese Don Nadie, salió a pelear contra todos. Y de paso se presentó en sociedad el héroe de acción más impensado del mundo.

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