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Los 25 años del cuento de hadas de los noventa

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La escena que consagró la risa de Julia Roberts fue improvisada e incluida a lo último.

Para muchos, es la comedia romántica por excelencia. Recaudó 463 millones de dólares en todo el mundo y le abrió las puertas del estrellato a Roberts, que se llevó el Globo de Oro —también fue candidato su compañero Héctor Elizondo— y su segunda nominación al Oscar tras Flores de acero (1989).

Dirigida por Garry Marshall, contaba cómo un exitoso y multimillonario abogado se enamoraba de una prostituta, una historia de amor que fue entendida como una reinvención del cuento clásico de La Cenicienta o una versión moderna de Pygmalion.

Marshall recordó recientemente cómo una de las escenas más recordadas del film fue producto de la improvisación.

El director se refirió al momento en que Vivian, el personaje de Roberts, enfundada en un elegante vestido rojo, se dispone a apreciar de cerca una de las joyas que le entrega Edward (Gere), pero el abogado cierra la caja y asusta a la joven, provocando una carcajada y una sonrisa que se convertirían en el santo y seña de la actriz en su carrera.

"Julia era una niña. Salía por la noche de fiesta y a veces llegaba tarde al rodaje. Tenía sueño a veces, así que le dije a Richard que tenía que despertarla un poco. Y cuando lo hizo y rió de esa manera, el mundo se iluminó. Decidimos incluir la escena en el último momento", dijo el cineasta cuando lo entrevistaron en el programa televisivo Entertainment Tonight.

El guión original, no obstante, contenía elementos bastante más serios y dramáticos que los que luego quedaron plasmados en la película.

De hecho, el título de trabajo original de la película era "$ 3.000", en alusión a la cantidad de dinero que acordaban los personajes para pasar juntos la semana. Además el personaje de Vivian era una adicta a la cocaína.

El proyecto no convenció a todos desde el primer momento y fue tildado de "degradante para las mujeres", según dijo Daryl Hannah, una de las actrices que rechazaron el papel. También dijeron "no, gracias" otras actrices famosas: Michelle Pfeiffer, Molly Ringwald y Meg Ryan, entre otras cosas por "suavizar" la realidad de la prostitución. Sin embargo, la química entre Roberts y Gere funcionó a pesar de la diferencia de edad (18 años) y ambos repitieron éxito con otra comedia romántica, Novia fugitiva, casi una década después (1999) y de nuevo bajo las órdenes de Marshall. Ese film recaudó más de 300 millones de dólares en todo el mundo.

Mujer bonita, convertido desde hace años en un clásico de las cadenas televisivas a nivel mundial, se adaptará para un musical de Broadway el próximo año con guión del propio Marshall.

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La escena que consagró la risa de Julia Roberts fue improvisada e incluida a lo último.

La película Mujer bonita fue recordada por su director

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