Publicidad

"Allen contra Farrow" de HBO es una triste historia familiar que le da voz a su víctima

Compartir esta noticia
Woody Allen
Actor/director Woody Allen (L) w. Dylan Farrow (2L) and her mother, actress Mia Farrow (2R), and Allen and Farrow's son Satchel (R). (Photo by Time Life Pictures/DMI/The LIFE Picture Collection via Getty Images)
Time Life Pictures/The LIFE Picture Collection via

Estreno

Se estrenó la docuserie de cuatro episodios sobre las acusaciones de abuso sexual contra Woody Allen y en el que hablan su hija, Dylan y su exesposa Mia Farrow

Es difícil calcular el daño que Allen contra Farrow, la docuserie que estrenó el domingo HBO, puede causarle a la carrera de Woody Allen. Podría ser significativo. Hay quienes hablan del mismo efecto que provocóLeaving Neverland en la apreciación hacia Michael Jackson y su obra.

Allen contra Farrow se centra en las acusaciones de abuso sexual del oscarizado director a su hija adoptiva, Dylan Farrow, cuando esta tenía siete años. Y le interesa registrar el daño que eso hizo en ella, no en la obra de su padre. El asunto ha sido debatido por los últimos 30 años, pero algunas revelaciones son novedosas y se centran en la menos escuchada las versiones, la de la propia víctima.

Ella misma, consciente de la trascendencia popular que ha tenido el tema, anuncia al comienzo que “no importa lo que crean saber, es sólo la punta del iceberg”. Es una historia muy triste, sea cual sea la verdad.

Los directores Amy Ziering y Kirby Dick -quienes ya habían tratado el tema de los abusos en On the Record, centrado en el empresario del hip hop, Russell Simmons- se proponen en cuatro episodios (que se estrenan los domingos a las 23.00) mostrar el iceberg desde otra perspectiva. Es la de Mia Farrow y Dylan quienes accedieron a hablar públicamente del tema. También aparece Ronan Farrrow, el hijo biológico de la pareja, cuyos trabajos periodísticos fueron claves para el surgimiento del movimiento #MeToo y la condena a Harvey Weinstein y que ha atacado duramente a su padre.

No hay testimonios de Soon Yi-Previn, la hija adoptada de Farrow que hace 25 años está casada con Allen, ni de Moses, el único hijo que lo defiende. Del propio director solo se reproducen fragmentos del audiolibro de A propósito de nada, su recientes memorias.

En ese libro, Allen describe a Farrow como una personalidad complicada, que sistemáticamente destrataba a sus hijos adoptados. Dice que inventó todas las acusaciones y adoctrinó a su hija para inventar la historia del abuso sexual, después de que se enteró de la relación de Allen con Previn. Habla de un ambiente doméstico tóxico del que él no estaba enterado: a pesar de estar juntos durante 13 años, nunca convivieron bajo el mismo techo.

El clima familiar tenso no se nota en Allen contra Farrow que muestra, por primera vez, un montón de imágenes de videos domésticos de una familia ensambladamente cosmopolita. Farrow le permitió a Ziering y Dick un acceso único a material familiar e incluso a algunas evidencias judiciales. En próximos episodios, por ejemplo, se verá el testimonio grabado para la corte de Dylan contando los detalles del abuso.

A diferencia de la que pinta Allen en su autobiografía, la Farrow que se presenta acá, que tiene 76 años, se ve como na madre abnegada, vulnerable, asustada (en algún episodio dirá temer por las represalias de Allen) y que se siente culpable. “Es mi culpa porque yo traje a esa persona a mi familia”, dice.

También se lamenta de no haber visto las señales que por lo mostrado en el primer capítulo eran, por lo menos, confusas e impensadas. Dylan y Mia Farrow hablan de intimidad entre padre e hija que incluía estar juntos en una cama en ropa interior y juegos que podrían ser interpretados como sexuales. Algunas amigas de la familia aportan su alarma sobre la extraña fascinación de Allen por su hija.

Enfrentado a eso, el director, dice Mia Farrow, se mostró indignado aunque habría aceptado ir a terapia por el tema. Un psicólogo concluyó que aunque no había indicios de algo sexual era una conducta, como poco, rara, reconoce la serie.

Allen ha mantenido el prestigio como director y es, sin duda, uno de los mejores cineastas de la historia. En 2012 ganó un Oscar por el guion de Medianoche en París, lo que fue vista como una amnistía de su gremio. Pero en 2014, Dylan publicó una carta abierta relatando lo que habría sucedido, al mismo tiempo que el Globo de Oro le daba un premio por su trayectoria. Fue la primera estocada de lo que ahora puede ser letal.

Más allá de que todo el mundo parece tener un opinión formada, lo más interesante de la docuserie es escuchar la otra campana. Como se dice en Allen contra Farrow, el debate en torno al tema se ha visto como dos versiones enfrentadas pero en verdad, la versión que más se conoce es la de Allen.

La desilusión, los ataques, el desprecio, fue lo que sufrió Dylan, quien hoy tiene 35 años. Pero más allá de que lo haya pasado, Allen contra Farrow toma partido por ella. Y como víctima de un abuso o el daño colateral de una tristísima disputa familiar (eso no va a quedar claro  acá), esa es la voz que merece ser escuchada.

Reacción

Allen respondió al documental

Poco después de la emisión del primer episodio de Allen vs Farrow, un portavoz de Woody Allen y su esposa, Soon-Yi Previn, dijo en un comunicado que los creadores del documental "no tenían interés en la verdad". "En cambio, pasaron años colaborando subrepticiamente con los Farrow y sus facilitadores para armar una crítica feroz plagada de falsedades”, dijo. "Como se ha sabido durante décadas, estas acusaciones son categóricamente falsas", agregó el comunicado. Allen ha negado cualquier tipo de abuso.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Woody Allen

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad