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Akelarre fue la gran ganadora de los recientes Premios Goya por lo menos en cantidad de estatuillas: cinco. Están repartidas en sus mejores atributos y entre ellos están el protagónico de Amaia Aberasturi, el vestuario, la dirección artística, su música original y maquillaje y peluquería. La justicia de esos reconocimientos se puede calibrar en Netflix donde se estrenó este jueves.

Hablada por grandes tramos en euskera y dirigida por un argentino (Pablo Agüero), Akelarre sigue el padecimiento de un grupo de muchachas acusadas de brujería en aquellos tiempos de la Inquisición; la acción transcurre en 1609. Cuando a la Iglesia se le cruzaba que una mujer estaba en tratos con el mismísimo diablo (aunque más no sea, como es el caso, porque las ven bailando en el bosque) no había mucho lugar para la negociación.

Lo que les queda, en definitiva, es mantenerse lo más posible en esta realidad, aunque para eso haya que pasar más de una penuria. Los curas, soldados y cualquier guardián de las buenas costumbres cristianas de la época son unos villanos de una sola pieza. Uno de ellos es el argentino Daniel Fanego y otro Alex Brendemühl, el actor que hacía de Mengele en Wakolda, aquella con Natalia Oreiro.

Akelarre que es bastante oscura como el propio tema que trata, ha recibido además de premios, algún que otro elogio. Ayer era la película más vista en Netflix en Uruguay y lo tercero en tendencias generales de la plataforma.