La resistible ascensión de arturo ui, en manos de villanueva cosse

El Galpón estrenó un título monumental de Bertolt Brecht

Hay espectáculos teatrales que tienen juegos de referencias muy fuertes. Y este es uno de ellos. En primer lugar, porque El Galpón ha tenido históricamente un vínculo muy estrecho con la dramaturgia de Bertolt Brecht, dado que fue una compañía clave en la difusión de la obra del dramaturgo germano en América Latina. Y en este caso, el espectáculo tiene un marcado sabor de reencuentro: Villanueva Cosse, quien antes de la dictadura fue un actor destacado de El Galpón, pone en escena este título que en su momento él protagonizó con la misma compañía, en los años 60 y principios de los 70.

Y esta nueva versión está muy bien escenificada, desde un principio de economía de elementos escénicos. Cosse, actor y director uruguayo radicado desde hace más de cuatro décadas en Argentina, ofreció una buena puesta en escena, valiéndose de los elementos tradicionales. Visualmente el montaje está armoniosamente matizado, con un aire antiguo muy bien subrayado por música y efectos de sonido.

Héctor Guido, en el rol protagónico, lleva bien su personaje, sin abandonar la impronta que suele darle a sus papeles. Levón es otro de los elementos que suma calidad actoral al resultado. En general el elenco actuó de modo compacto, ofreciendo un espectáculo largo y no muy variado. Claro que el público que acudió, o acuda, tiene que ir sabiendo que se trata de una obra densa en diálogos y trama, que hoy ha perdido el efecto fuerte que causó en los años previos a la dictadura.

La Comedia Nacional había hecho una versión de este texto en el Solís en 2008, de la mano del director Alberto Rivero, montaje que buscó darle un subrayado expresionista, y un vistoso juego de vestuario. Ahora El Galpón vuelve sobre Brecht, brindando una versión más clásica, bien para los consumidores de teatro más humanistas.