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"Lo audiovisual es un dato nítido de la realidad del país"

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Martín Papich. Foto: Marcelo Bonjour
Nota a Martin Papich, director del Instituto del Cine y Audiovisual (ICAU), Mvdeo., ND 20160720, foto Marcelo Bonjour
Archivo El Pais

La llegada de los Premios Platino encuentra a Uruguay muy bien posicionado en el panorama del audiovisual regional. Sobre qué se ha hecho para llegar a ese lugar y lo que queda por hacer, Martín Papich habla con conocimiento de causa: como director del Instituto del Cine y el Audiovisual del Uruguay está en la primera línea en eso de compatibilizar las prioridades del Estado y los requerimientos de un mercado en el que las competencias son internas y externas. Papich recibió a El País en su despacho de una vieja casona de la Ciudad Vieja.

—Estuvo siete años al frente del Instituto del Cine y el Audiovisual del Uruguay y ahora volvió hace siete meses. ¿Cómo lo encontró?

—Los sectores dinámicos como el audiovisual van mutando sus procesos y la globalidad y los contextos actúan sobre ellos. Hay datos y hechos que indican que el audiovisual nacional es un dato nítido de la realidad de nuestro país, una cuestión que no se veía así 15 años atrás.

—Deme un par de datos y hechos concretos.

—Por ejemplo, cómo los uruguayos somos vistos a través de nuestro cine a nivel internacional, es un dato desde mediados de los 90 y del 2000 con películas bien distintas. Y así se pasó de una película por año a los 15 estrenos locales anuales que tenemos hoy. Y eso tuvo una repercusión en el público.

—Y se nota en los festivales internacionales...

—Sí. Cuando hace 20 años ponías un pie fuera de frontera, de lo único que te preguntaban era de Cinemateca Uruguaya. Pero la gente empezó a visualizar el cine nacional como una expresión del mundo audiovisual. La irrupción en festivales y las premiaciones son otros datos. Esas cosas rebotan en lo local porque se legitima desde afuera. Y así pasó a ser un bien cultural que aprecia la calidad, la diversidad y la ampliación de esa oferta.

—Y está lo económico...

—Es una actividad con distintas dimensiones: la cultural, la económica y la social. Y es fundamental el equilibrio de las tres. Y estamos en un ecosistema donde las competencias son internas y externas.

—En esas dimensiones, tengo la impresión de que la pata económica está fallando en el cine nacional...

—Esto tiene momentos de impulso y otros donde todos los elementos funcionan de manera alineada y da mayores resultados en cantidades y calidades. Siempre lo económico en actividades tan caras como el audiovisual, es fundamental...

—En concreto, ¿la gente está yendo a ver cine nacional?

—En los últimos años ha tenido un bajón en la taquilla del circuito comercial. Y eso es un motivo que nos está alertando a todos, al instituto y a quienes hacen cine.

—¿Y el bajón de qué depende?

—De muchos factores y su combinación. Hay que repasar la propia línea de tiempo. Los elementos clave que sostuvieron los hitos en el tiempo identifica al menos dos componentes: la película (la historia, el relato) y la complementaridad con fondos, recursos y mecanismos de apoyo. Cuando esas dos cosas fueron notorias en el tiempo, generó hitos.

—¿El Estado debería intervenir en qué tipo de películas se apoyan?

—No. Tiene que asegurar los equilibrios, los elementos que incrementen la diversidad de proyectos e historias. Nadie, desde lo público, puede determinar qué tipo de cine hay que hacer.

—Los fondos son democráticos, más allá del alcance de los proyectos.

—La cuestión clave para pasar a una etapa distinta es que Uruguay tenga, definitivamente, una política de Estado vinculada al desarrollo de la actividad cinematográfica y audiovisual. Es lógica pura pensar desde una base sólida, cuál es la mejor forma de empezar a atender de manera prioritaria los diferentes proyectos y búsquedas creativas desde las diferentes dimensiones, y el rol del Estado en eso.

—¿Cómo se está trabajando en el tema de la distribución y exhibición?

—Para nosotros es una cuestión permanente. Uruguay ha funcionado hasta ahora en un ambiente desregulado en la materia. La realidad cambió, por lo que hay que dialogar sobre estos aspectos. Y ya tenemos diálogo con el Centro Cinematográfico del Uruguay, que representa a exhibidores y distribuidores, y vamos hacia unos acuerdos que nos permitan tener pautas comunes basados en las mejores prácticas de la actividad. Estamos en un diálogo permanente. Pero el foco fundamental es apuntar a lo que hay que apuntar: los públicos y las audiencias.

—Pero hay como algo desparejo en ese diálogo. Los exhibidores y distribuidores tienen las salas y las películas, y el Estado sale a defenderse con unas pocas películas.

—Prefiero verlo desde lo público como la necesidad de tender a resolver de la mejor forma aquellos mecanismos que habiliten tener todas las ventanas a disposición del cine nacional. Queremos que sume en el circuito comercial, el circuito cultural, en la televisión, en las plataformas digitales. Hoy tenemos la Oficina de Programación que intenta desde lo público entrelazar las diferentes posibilidades de exhibición de las producciones nacionales. Así, dos películas estrenadas en Montevideo pasaron enseguida a ser distribuidas en el interior en salas digitales. Cuenta lo mismo el espectador de un shopping como aquel que lo ve en una de esas salas del interior. Nosotros garantizamos que todos puedan acceder a los contenidos.

—¿Cuál es el papel del Estado con respecto a la exhibición en la televisión?

—Hoy se mueve en un escenario desregulado. Hay otras opciones, regulado y corregulado.

—¿Y usted cuál prefiere?

—Quiero que la evolución del conjunto de la actividad tenga la mayor cantidad de oportunidades. Que los bienes públicos estén a disposición de los públicos con la mayor diversidad posible y donde lo local tenga un espacio como está previsto en la propia ley de servicios.

—Entonces, regulado.

—Está en la ley y son mecanismos que han tenido buenos resultados en otros lugares. Depende de las situaciones que se den y el Estado tiene que equilibrar u observar para aplicar correctivos.

Gestor y productor.

Martín Papich es gestor cultural y audiovisual, aunque también se ha desempeñado como productor de realizaciones nacionales. Desde la creación del ICAU (Instituto de Cine y Audiovisual del Uruguay) fue su director, desde 2009 hasta 2012. Por entonces se aprobó la Ley de fomento a la actividad audiovisual, y se fundó el Cluster Audiovisual, un complejo productivo que nuclea a las empresas de producción cinematográfica y audiovisual de nuestro país.

Fue director del canal Tevé Ciudad, y durante ocho años fue director del área audiovisual de la Intendencia de Montevideo.

Es delegado por Uruguay en la reunión especializada de autoridades cinematográficas del Mercosur. En diciembre de 2015 volvió a la dirección del Instituto Nacional de Cine y el Audiovisual.

Perfil.

Nombre: Martín Papich. Cargo: Presidente del ICAU.

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Martín Papich. Foto: Marcelo Bonjour

MARTÍN PAPICH

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