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Los vacíos que se convierten en arte

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El artista Lagomarsino cuenta hasta dónde podría llegar una conversación con un spam

Arte contemporáneo

El retorno de Sandra estará hasta el 25 de febrero en el EAC

¿Qué pasaría si respondiera a los spams que llegan al correo? Un poco por error (el remitente llevaba el nombre de una conocida), Federico Lagomarsino inició un intercambio de correo electrónico con la supuesta Sandra Petrovich. No necesitó más que dos emails para darse cuenta de que quien le escribía no era su conocida, sino un “impostor” que, aludiendo a una enfermedad terrible, le pidió que le enviara 2000 dólares a Casablanca, Marruecos.

A Lagomarsino siempre le intrigó lo de los emails truchos. Incluso recuerda que hace más o menos 20 años, cuando era niño, llegó a casa de sus abuelos una carta donde alguien a quien no conocían les pedía 10 mil dólares. “Se armó una reunión familiar para ver cómo ayudábamos a esos tipos”, cuenta y lamenta no saber cómo terminó esa historia.

En esos spams del correo, que la mayor parte del tiempo quedan sin responder y van directo a la papelera, Lagomarsino encontró un vacío a ser explorado y decidió seguir para ver a dónde llegaba. Hasta que en un momento la persona, que estaría acostumbrada a responder todo en automático, tuvo que empezar a procesar las respuestas. “Empecé un juego de estafar al estafador”, explica el artista, quien trató de convencer a “Sandra” de que había enviado el dinero a una ciudad cercana a Casablanca.

Para Lagomarsino lo artístico está en saber ver y aprovechar las oportunidades.

La conversación terminó por convertirse en una obra por sí sola a la que Lagomarsino decidió acompañar con ilustraciones - desde que tiene uso de razón no para de dibujar todo lo que le pasa a su alrededor - donde muestra dos personajes, el de Sandra que luego se transforma en un ser sin sexo y sin cara y el del artista, que también pasa por su etapa sin identidad cuando quiere convencer a su interlocutor de que envió el dinero pedido. Hasta el 25 de febrero, El retorno de Sandra es parte de la Temporada 28 del Espacio de Arte Contemporáneo, en la excárcel de Miguelete.

Lagomarsino, que también es arquitecto, explica que lo que realmente le interesan son esos vacíos. El arte para él es una forma de rellenarlos y lo explica a partir del Kintsugi, una técnica japonesa que reconstruye con hilos de oro cerámica rota, dándoles un nuevo valor. Así, el año pasado decidió colocar un faro sobre la cúpula del Palacio Salvo, algo similar hizo con un edificio ubicado en Buenos Aires y Misiones. Su primera exposición, cuando fue seleccionado por el Premio Nacional de Artes Visuales ‘‘Octavio Podestá’’, fue el resultado de un vacío legal que descubrió en el edificio en el que vive: uno de los apartamentos perteneció a la maestra Elena Quinteros, desaparecida en la dictadura, y fue expropiado por las Fuerzas Armadas amparándose en una ley de la época, pero cuando en 1985 fue anulada, siguió siendo usado por militares.

Huecos urbanos, huecos legales o espacios no explorados, como ver hasta dónde puede llegar una conversación con un spam. Para él, aunque también busca formarse desde lo tradicional, lo artístico está en esas oportunidades.

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