Artes plásticas

Rincones de un pueblo chico se expone en el Ateneo

Aunque a Brigitte Leisinger se le nota en el acento que el español no es su idioma y nació en Alemania, es más latinoamericana que otra cosa. Cuando era niña se mudó con su familia a Brasil, donde se quedó hasta cursar la universidad y de grande, después de trabajar por un tiempo en Alemania, volvió al Sur y desde 1985 vive en Chile.

Fue fotógrafa de moda e hizo reportajes de viajes. Publicó en revistas como Harper’s Bazaar, Vanidades y Vida. Después, en 2006, se fue a vivir más al Sur, a una ciudad chilena llamada La Unión. Pasó a dedicarse a los negocios familiares y la cámara quedó como un pasatiempo.

Pero el ojo de Leisinger nunca se detuvo y en 2014, dando vueltas por su ciudad, le sacó foto al portón de una casa antigua, la subió a Facebook y empezó una nueva aventura cuando sus contactos comenzaron a pedirle que sacara más fotos. Todos los viernes, durante un año, Leisinger subió una postal.

Esas fotos ahora se convirtieron en la muestra Rincones de un pueblo chico, que ya se expuso en varias ciudades de Chile y ahora está en el Ateneo de Montevideo (Plaza Cagancha), donde se puede ver de lunes a viernes de 14.00 a 22.00.

Leisinger contó a El País que lo que intenta demostrar con su obra es que muchas veces “las personas no miran por donde pasan, lo que hace que mucha belleza se opaque”. Contó como ejemplo que cuando expuso en La Unión, muchos habitantes de la ciudad no reconocían algunos lugares en las fotos, porque nunca se habían detenido a ver los. “Yo creo que todo está en el ojo”, explicó y contó que la mayoría de las fotos nacieron de momentos inesperados, “iba en el auto a hacer un mandado, veía la foto y la tomaba”.

Su ideal es lograr que cada espectador que se acerque, arme una historia a partir de las fotos que captan “el encanto y la simplicidad de un pueblo chico”.