BALANCE

En estos días la exposición Picasso en Uruguay está siendo desmontada para volver a Europa, y el Museo Nacional de Artes Visuales, donde fue exhibida, tiene planes para seguir apostando en esa dirección, incluso de ir a más. “Si bien no hemos cerrado todavía un balance definitivo de la exposición de Picasso, ya se puede decir que es muy positivo, no solamente por la muestra en sí, sino porque permite apostar a otros proyectos similares, o mayores incluso. Creo que se impone seguir trabajando en esta dirección. Hay propuestas, pero están muy verdes todavía”, explicó a El País Enrique Aguerre, director del MNAV, en relación a qué gran exposición internacional seguirá los pasos de Picasso en Uruguay.

Durante los tres meses de exhibición, Picasso en Uruguay,que se presentó desde el 30 de marzo al pasado sábado, recibió un total estimado de 185.000 visitantes, de los cuales 57 mil fueron entradas vendidas. De la cifra total de visitas, la muestra recibió también más de 50.000 estudiantes, y que otro tanto lo hizo durante “los martes de cortesía” y las entradas que fueron distribuidas de modo gratuito para instituciones públicas.

El director del MNAV consideró que esta cifra total de visitantes que recibió la muestra es inmensa, si se tiene en cuenta la población del país: “La exposición de William Turner, que fue muy visitada en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, tuvo un poco más de 170.000 visitantes. Y Argentina tiene diez veces más población que Uruguay”.

Consultado Aguerre por El País sobre si la infraestructura del Museo es suficiente para recibir exposiciones de esta magnitud, respondió: “La muestra nos exigió. Tenemos un museo chico para las características de la fantástica colección que tenemos, en cantidad y en calidad. Tenemos una colección fantástica que a veces queda chica en un museo pequeño. Pero para la exposición de Picasso funcionó muy bien”.

Según señaló el gestor, el MNAV está apostando en dos direcciones: por un lado, traer a Uruguay grandes exposiciones internacionales, y por otro, proyectar al museo fuera de fronteras. “Empezamos el año pasado con la exposición de Pedro Figari, Nostalgias africanas, en el Museo de Arte de San Pablo, que es uno de los más importantes de América Latina. A su vez, la muestra sobre Costigliolo que ahora está en el museo, estuvo expuesta en Miami. Y colaboramos con la exposición de Torres García, en el Centro Cultural de La Moneda, en Santiago de Chile. Y ahora en el Museo de Bellas Artes de Buenos Aires, Mito y creación, de Figari. O sea que ya estamos dando pasos concretos en la región”, puntualizó Aguerre, agregando que la idea es continuar en esa línea de difusión de los artistas uruguayos en Europa y Estados Unidos, apuntando también hacia China y Oriente en general. “La idea es llegar a lugares donde no son tan conocidos nuestros artistas”.

Volviendo a Picasso en Uruguay, el director del MNAV destacó que también hubo buena demanda del catálogo de la exposición, así como de afiches y otros elementos. “El afiche está muy asociado a los años 70 y 80, y sin embargo la gente busca tenerlo, porque es un recuerdo que remite a una experiencia muchas veces removedora o importante. Hay exposiciones que te marcan, y esta exposición de Picasso fue de esas. Y los chicos que la vieron van a decir dentro de mucho tiempo, ‘yo estuve en la exposición de Picasso en Uruguay’”, remata Aguerre.