Novedades de plástica

La colección Manuel Rosé del MNAV en exposición

Rosalía souza

Por estos días la mayor parte de las paredes del Museo Nacional de Artes Visuales están en blanco, preparándose para las próximas exposiciones. A pesar de eso, hay motivo suficiente para que quien pase por allí, se anime a entrar. Es que la institución sacó a relucir parte de su acervo de la obra de Manuel Rosé y es un placer encontrarse con ello.

El primer nivel de la exposición está dedicado a la obra más historicista de Rosé. Gauchos en situaciones cotidianas, guachos de bailanta con acordeón en mano y otros luchando en las guerras independentistas. Óleos en los que sobresale el movimiento en paisajes de tonos oscuros.

A lo gauchesco lo acompaña una española retratada con un vestido típico sevillano, que, por el contrario, destaca por la luz que logra una paleta casi por entero amarilla.

Puede que quien conozca poco a Rosé, un pintor nacido en 1882 (Las Piedras, Canelones) lo recuerde por sus payasos. Esas figuras circenses grandilocuentes que pintó sobre todo hacia el final de su vida están en el segundo nivel del museo. Protagonistas que en la carpa transmiten alegría pero que retratados por Rosé, cargan a quien los ve de una energía contraria, triste. Los payasos de Rosé no están sonriendo.

Pero no todo son colores sombríos en la obra de este pintor. Porque en el trayecto entre los payasos y los cafés en tonos ocres, están los paisajes y entre los paisajes “La cantera”, uno de sus cuadros más conocidos.

En De fogón en fogón, un programa de Radio gráfica Argentina, los nietos del artista, Martha y Álvaro Saralegui Rosé, contaron de su disgusto porque por muchos años el Museo Nacional no expuso la obra de este pintor. Aunque en los últimos tiempos algunos de sus cuadros estuvieron en la exposición permanente del museo, era necesaria esta instancia, que va hasta el 19 de agosto. Porque es en estas muestras, donde los payasos conviven con los gauchos y las damas españolas, que uno puede observar su grandeza.