ENTREVISTA

En el final de desmontaje del Premio Paul Cézanne, el 1 de diciembre de 2020, María Eugenia Vidal inició su gestión como coordinadora general del Centro de Exposiciones Subte, este espacio de arte contemporáneo ubicado en la Plaza Fabini o del Entrevero. Puso manos a la obra en el armado de otras muestras que ya habían sido reprogramadas a lo largo de 2020 por la pandemia, y un par de jornadas después todo se caía otra vez.

A cuatro meses de que las salas de la Intendencia de Montevideo cerraran sus puertas por la emergencia sanitaria, Vidal inauguró su primera exposición como responsable del centro: En la noche, un proyecto íntegramente virtual lanzado el 8 de abril (verlo aquí).

“Estamos viviendo un momento complicado, perdimos la noche, y pensando en eso enseguida apareció el tema de Los Estómagos”, cuenta Maru Vidal en charla con El País. De ahí se pensó en Pedro Dalton, cantante de rock pero también artista plástico que hizo el arte del disco Tango que me hiciste mal de Estómagos; y de ahí se saltó al periodista y escritor Gabriel Peveroni, quien editó un libro sobre ese álbum. Y al pensar en la oscuridad apareció la obra de la artista Analía Sandleris, pero también la pieza “interior” de Jill Mulleady, retrato de la previa de salida nocturna.

Así, con el curador Matías Craciun, se configuró una exposición multidisciplinaria que articula prosa, poesía, fotografía, música, pintura, audiovisual y transmisiones en vivo. Este jueves a las 20.00, Dani Umpi (músico, escritor, artista visual) hará un streaming a través de la plataforma Twich; y para mayo se prevé una intervención de Silvia Meyer, cantante de culto, de la que aún no hay más detalles.

“Con algunas obras nos dejamos sorprender”, dice Vidal mientras piensa, sobre todo, en los trabajos comisionados, la producción que hicieron para En la noche Virginia Sosa, Peveroni o Jeannette Sauksteliskis, por ejemplo. Todo —lo preexistente y lo inédito— está articulado con textualidades que contribuyen al acceso del público a esta experiencia virtual, que se recomienda ver desde una computadora.

Es, además, una muestra paritaria, inclusiva y diversa, ejes que la coordinadora pretende extender a toda su gestión. “No vamos a cambiar el mundo con una exposición, pero sí tenemos que procurar trabajar desde el compromiso, y el compromiso es la inclusión, la diversidad, la igualdad de género, porque tenemos que empezar a contrarrestar esa construcción histórica del arte que ha dejado de lado un montón de miradas”, explica.

Consciente de que el futuro, en el contexto de la pandemia, es improyectable en cuanto a la presencialidad, Vidal apunta hacia nuevos proyectos sostenidos mediante la tecnología.

“Yo soy gestora y siempre lo aclaro; no soy curadora, soy gestora y me importa diferenciar las profesiones para conducir un centro de arte”, resalta Vidal a El País. En ese sentido, el proyecto que tiene en el Subte de aquí a 2023 tiene varias claves: el trabajo en red con universidades y el impulso de un área pedagógica; la apuesta a la comunidad para tender puentes con espacios culturales del Municipio B (Sala Zitarrosa, Centro de Fotografía, Teatro Solís, entre otros); y, como meta mayor, la internacionalización. El Subte como centro de artes de Montevideo: ese es, admite Vidal, el sueño máximo.

“Venimos a vincularnos con la región y el mundo sin que suene grandilocuente, y estar online con En la noche ya es parte de eso. El día de la inauguración había gente viendo la web en Estados Unidos, España, México, Brasil”, dice quien, tras años de trabajo y aprendizaje como coordinadora del Espacio de Arte Contemporáneo, cree que siempre hay otros caminos a transitar más allá de posibles obstáculos.

“El dinero es un medio, nunca puede ser el fin”, opina y asegura que, hoy más que nunca, hay que “proponer desde un lugar proactivo. No podemos dejar de producir, porque ahí paramos a los artistas”. “Hay proyectos que llevan su tiempo”, resume: “lo que importa es verlos avanzar”.