Diego Lama muestra "Otredad", que busca generar preguntas.

Desde mayo y hasta agosto se puede visitar en Montevideo la muestra Otredad del peruano Diego Lama, un artista visual que en este proyecto se dedica a ironizar sobre el panorama sociopolítico de su país, según afirma en charla con El País. Está en el Centro Cultural de España (Rincón 629), que abre de lunes a sábados, desde las 11.00, con entrada libre.

"Vengo trabajando el video desde hace 20 años, y uno de mis intereses siempre ha sido la narrativa. Al inicio había un vínculo entre el arte y el cine, que me llevó a la exploración de esta temática sociopolítica, pero la razón para escoger este material específicamente, fue que hace unos meses estaba hablando con un galerista que fue muy franco y me dijo: Mira, el problema que tu tienes es que eres peruano", relata Lama sobre el proceso que lo llevó a seleccionar estas obras para darle forma a Otredad, una exposición basada en trabajos que fue haciendo en su carrera.

"Eso me pareció tan crudo y tan fuera de lugar, que supe que quería hablar de eso", agrega.

Así, Lama se planteó plasmar en sus obras (y en estas en particular), su mirada más personal de la "peruanidad", de lo que significa ser peruano en tanto integrantes de una sociedad repleta de contradicciones y de ironías. Toda esa idea queda resumida, de entrada, en la pieza principal de Otredad: "De falso a legal en una toma", que registra la breve distancia que hay entre el Palacio de Justicia y una calle famosa, donde se falsifican documentos, títulos universitarios y demás.

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La muestra de Lama está repleta de esos gestos sencillos, que buscan reflejar diversos aspectos de la sociedad peruana a través de piezas audiovisuales mínimas, con sutiles toques poéticos. Así se ve, por ejemplo, el deterioro del patrimonio, el vínculo de la prosperidad económica con el narcotráfico, la minería ilegal y demás.

De alguna manera, Otredad es una respuesta a un "optimismo exagerado" que hay en los peruanos, y Lama entiende que el arte (y por ende su arte) es "una oportunidad para decir algo, para generar preguntas y para ser punzante. Creo que de eso se trata". En ese sentido, reconoce que lo tildan de "criticón" y admite también que Perú tiene muchas cosas lindas, pero esa prefiere guardárselas.

"Porque mi obra es otra cosa; mi obra es para poner el dedo en la llaga con una narrativa sencilla", aclara.

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