Artes Plásticas

Bernanrdo Cardarelli expone en la Sala Carlos Federico Sáez

Bernardo Cardarelli dice que disfruta trabajar con los volúmenes, esos que parecen haber cobrado vida desde sus dibujos y a los que la curadora María Yuguero llamó esperpentos, evocando al dramaturgo español Ramón Ma. del Valle-Inclán. u201cEs una técnica de deformación, de distorsión de la realidad, de contrastes que apuntan al humor irónico, a la degradación de los personajes, que en su ridiculez viven una tragediau201d, escribió Yuguero en el catálogo.

Al acercarse uno a las obras de Cardarelli, que hace varios años transitan por ese camino, se enfrenta a ese concepto y descubre que es real, que sus obras podrían ser la forma figurativa para las palabras de Valle-Inclán.

Esperpentos, está hasta fines de julio en la Sala Carlos F. Sáez del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (Rincón 575). La muestra puede visitarse de lunes a viernes de 9.30 a 18:00, con entrada libre.

A simple vista, las obras de Cardarelli parecen salidas de un momento de espontaneidad. Pero nada de eso sucede en el taller. En la idea inicial, puede ser, pero al final, las esculturas terminan siendo un proceso que en algunos casos le han llevado casi un año al artista.

u201cEl volumen siempre es más rico que el dibujo. Te permite incorporar texturas y darle infinitas perspectivas que en el dibujo no podés lograr. Entonces la propia escultura te da un camino, pero en realidad igualmente trato de no alejarme demasiado del punto de partida. Dejo que la escultura me domine, pero un poco nomás y trato de regirla al punto de partidau201d, explicó el artista a El País.

Haya límite o espontaneidad, ideas claras o elementos y telas que marcan el camino, al final, Cardarelli logra lo que más le importa, que sus figuras tengan expresividad, porque al final de cuentas, detrás de la creación siempre hay una emoción, dice el artista.