Unas decenas de dibujos para prensa y otros usos se exponen en tres salones del primer piso del Cabildo, en la muestra Dibujos por la paz, que se presenta en el marco las actividades de la Francofonía. 

Muchos de ellos, la mayoría, llaman la atención, pero hay uno particularmente significativo, no tanto por polémico, por urticante, sino por todo lo que conlleva. Está firmado por el dibujante francés Plantu (que en estos días visita Uruguay), y es una página en blanco, con un lápiz que está por dibujar, y unos globitos que dicen, en tono de admiración, "joder, lo va a hacer".

Es claro que el trabajo representaría el miedo que puede causar ejercer hoy en día el dibujo para prensa. La obra, de 2014, es anterior por tanto al atentado contra Charlie Hebdo: y otro asunto curioso es cómo todos los temas que hicieron eclosión a partir del ataque al semanario satírico francés, ya estaban presentes en muchos de los dibujos de fechas anteriores, empezando por el lápiz como símbolo de la libertad de prensa. Ya en 1982 Plantu ironizaba, incluyendo en un dibujo sobre la instrucción militar, una serie de armas enemigas, entre las que había una lapicera.

La veintena de obras de Plantu, que abarca una amplia cronología, es tan variada en estética como en compromiso e intención. Hay desde muy ingenuas, hasta otras de mucha fineza estética y conceptual, como el dibujo de la bandera francesa y el juego con el tema del velo. Otros apuestan más al humor, como el extranjero que dice "los turistas son todos un mierda", y el turista, francés, meticuloso, que lo corrige, "una mierda". Como buen francés, este dibujante es detallista, y tiene una calidad estética que supera a la de muchos otros artistas que ejercen ese oficio.

Antes de llegar al salón donde están los dibujos de Plantu se pasa por otro que tiene una decena de obras del suizo Patrice Chappatte: muchos de ellos son también trabajos muy dibujados, con mucho ambiente, en los que los temas van desde la Venezuela de Chávez hasta el imperialismo norteamericano, todo con mucha ironía.

Y uno de los que tiene más humor es el belga Pierre Kroll, empezando por su paloma de la paz asada, que representa al 11 de setiembre. O el dibujo que hizo para conmemorar los 50 años del tratado de Roma (en 2007), en el que hay un mozo ofreciendo café, y media docena de señores aceptándolo, y medio siglo más tarde el dibujo ilustra una mesa gigante, llena de gente que en los más diversos idiomas pide las bebidas más variadas.

El más divertido de Kroll es una dura mirada a la corrección política: un señor se está por comprar zapatos y atosiga a la vendedora preguntándole si no habrán sido hechos por prisioneros, o por niños, o si el búfalo con que fueron hechos no sufrió al morir.

Unos dibujos bastante cándidos de la uruguaya Raquel Orzuj, y "varios dibujantes egipcios" —como anuncia escuetamente la folletería de la exposición— completan el recorrido. Y es entre los egipciones donde hay otro tipo de mirada crítica, otras voces en juego. Como el dibujo de Amr Selim, que ironiza sobre los tres millones de ejemplares que vendió el semanario Charlie Hebdo luego del lamentable atentado.

Artistas: Plantu, Patrick Chappatte, Pierre Kroll, Raquel Orzuj, Amr Selim, Abdallah, Anwar, Fawzi Morsi. Sala: Cabildo, Juan Carlos Gómez y Peatonal Sarandí. Horario: Lunes a viernes de 12 hs. a 17:45 hs. y sábados 11 hs. a 17 horas. Abierto en Turismo.

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