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Un caricaturista observa su vida: Pancho Graells

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Sagacidad: el lápiz y la mente corren a la par en la variada obra del franco-uruguayo. Foto: Difusión.
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Retrospectiva del eximio dibujante uruguayo en el MNAV.

Pancho Graells es un artista con varias geografías y múltiples estilos. Nacido en Caracas (en 1944) posee ciudadanía uruguaya y francesa, y su extensa trayectoria llega hasta la actualidad, habiendo comenzado en los años 60 montevideanos, cuando publicó sus primeros dibujos en el semanario Marcha y en el diario Hechos. Ahora, una mirada abarcativa de su obra se puede ver en el Museo Nacional de Artes Visuales, donde en las salas Uno y Tres se exhibe Retrospectiva, hasta el domingo 15 de mayo. Va con el auspicio de la Embajada de Francia, en Tomás Giribaldi 2283 esquina Julio Herrera y Reissig, de martes a domingos de 14:00 a 19:00 horas, con entrada libre.

Además, un encuentro con el artista está previsto para el lunes 28 a las 19 horas en el auditorio del museo, donde para hablar del arte de la caricatura y la ilustración de prensa están convocados también Fermín Hontou, Jaime Clara y Néstor Silva.

Una rápida mirada por la carrera de Graells obliga a evocar sus trabajos en el suplemento humorístico La Balota, del diario Ahora, que codirigió de 1971 a 1973. A fines de ese último año parte a Buenos Aires, donde publica dibujos e historietas en el diario Noticias y en las revistas Crisis, Satiricón y Chaupinela. En 1975 vuelve a Venezuela, donde hace la caricatura cotidiana de política internacional del diario El Nacional, de Caracas. A mediados de 1983 se instala en París, después de haber firmado un contrato con el Cartoonists & Writers Syndicate de New York para la distribución de sus caricaturas en Estados Unidos. En Francia, sus dibujos son publicados por Le Monde y Le Monde diplomatique, entre otros medios; ya en los años 80 su ámbito de acción se expande desde Il Sole 24 Ore de Milán a The Guardian, de Londres.

"Conozco a Francisco Graells desde que mi derrotero profesional me llevó a trabajar con un tímido dibujante al que me presentaron como "Pancho" una tarde de 1967 en la redacción del diario BP Color. Ahí hacía yo mis primeras armas, y me habían citado para colaborar en la revista semanal Domingo que la misma empresa comenzaba a editar. Éramos, pues, dos principiantes en esto de comunicarnos con la gente a través de medios que estaban lejos de imaginar las actuales opciones digitales, la Internet o la universalidad de las redes sociales. Ese fue el sólido comienzo de una relación que nos llevó a recorrer juntos los azarosos caminos que abonaron nuestra amistad", afirma Antonio Dabezies, conocido periodista y director de aquella popular publicación humorística El Dedo.

"Hoy, por suerte, los uruguayos podemos disfrutar de parte de su obra y, olvidándonos de su accidental nacimiento en Venezuela o sus 32 años de exilio, reivindicarlo como uno de los jalones de una generación que honra nuestra plástica viva nacional, de lo cual me enorgullezco como profesional y como amigo", puntualiza Dabezies a la hora de presentar al artista.

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Sagacidad: el lápiz y la mente corren a la par en la variada obra del franco-uruguayo. Foto: Difusión.

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