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El arte de ser una celebridad

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Foto: Commons

Fue una actriz ocasional pero se hizo famosa por ser ella misma y parodiar su figura pública; falleció a los 99 años.

Zsa Zsa Gabor podía decirse que era una actriz húngara de carrera ocasional pero fue su glamour autoparódico y sus fugaces matrimonios con millonarios, lo que la convirtió en una celebridad, aún cuando esa palabra no era un mérito por sí mismo. Murió, a causa de un ataque el corazón el domingo en Los Angeles, a los 99 años aunque no hay certezas sobre su edad.

Estuvo casada al menos ocho veces, llamaba a todo el mundo con un peculiar "Dahlink" ("Darling", querido en inglés), disfrutando de un estilo de vida lleno de pieles y diamntes e impulsada por columnas de chismes y titulares de tabloides, Gabor fue la platinada femme fatale de vestidos escotados en decenas de películas de cine y televisión, muchas veces haciendo de sí misma. Su carrera que empezó como Miss Hungría en 1936, se mantuvo firme hasta bien entrada la década de 1990, superando a Eva y Magda, sus hermanas y celebridades por derecho propio. Era la última sobreviviente de las hermanas Gabor.

"Una mujer debe casarse por amor, y seguir casándose hasta que lo encuentre", dijo Gabor alguna vez. Sus maridos incluyeron a un diplomático turco, el heredero hotelero Conrad Hilton, el actor George Sanders, un industrial, un magnate petrolero, un abogado de divorcios, un diseñador de juguetes y un hombre a menudo mencionado en las noticias como el Duque de Sajonia. Otro matrimonio que nadie cuenta —un caso de bigamia en alta mar con un actor mexicano pasado de moda— duró solo un día y fue anulado.

En 1989, fue arrestado por darle una cachetada a un oficial de policía que la había detenido por una violación de tránsito y encontró que tenía la licencia de conducir vencida y que tenía una botella de vodka abierta en su Rolls-Royce. Irrumpió en el juzgado, subió al estrado y en un tono que varió entre lo altivo, la coquetería, lo llorón y lo grosero, habló de tácticas de la Gestapo en Beverly Hills. El juez la condenó a 72 horas en la cárcel.

Gabor apreció en más de 60 películas de cine y de televisión. Los críticos han dicho que sus mejores papeles fueron al comienzo de su carrera en Moulin Rouge (1952) y Lili (1953). También apareció como gerente de un club nocturno en Sed de mal, el clásico de Orson Welles de 1958 y el mismo año como una extraterrestre sexy en Queen of Outer Space, una clase B de culto sobre viriles astronautas estadounidenses llegando a un planeta rodeada de mujeres seductoras.

La última película en la que participó que tuvo estreno en Uruguay fue Los Beverly Ricos de 1993 donde hacía de Zsa Zsa Gabor, su papel predilecto y el que, claramente, mejor le salía y que repitió en cine y televisión nueve veces. Muchos de sus otros papeles eran variaciones de ese personaje.

Entre las décadas de 1950 y la de 1990, tuvo incontables apariciones en programas de televisión: talk shows, programas de preguntas y respuestas, especiales de comedia, westerns, unitarios dramáticos.

Explotando su procaz celebridad, Gabor con la ayuda de colaboradores y escritores fantasmas publicó cuatro libros de memorias y de autoayuda para cazafortunas. Muchos de ellos se volvieron éxitos mundiales.

Así era Zsa Zsa Gabor, la primera celebridad y una mujer capaz de reirse de su propio personaje. Mucho personaje de la farándula actual tiene ahí una lección para aprender.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Foto: Commons

ZSA ZSA GABOR

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