Seis temporadas en su haber y un éxito de público incuestionable hacen de la versión uruguaya de Toc toc un tema de atención. El jueves pasado, a sala llena, se presentó una vez más esta comedia distinta y exitosa en todo el mundo, ante un público que no paraba de reír. Y cuando el público se ríe sin parar, no hay mucho más que opinar.

Esta pieza cómica de Laurent Baffie tiene una estructura algo singular, con el conjunto del elenco casi todo el tiempo en escena. No es una comedia de puertas que se abren y se cierran. Tampoco se suceden los enredos. La obra juega con exhibir los distintas formas del trastorno obsesivo compulsivo, a través de un grupo de pacientes que asisten a tratarse. El dibujo que se hace de cada uno de los trastornos de cada paciente es grueso, pero eso forma parte de esa broma general, por-que la obra es una gran humorada.

La versión local (muy al estilo de algunas cosas que se vienen haciendo en el escenario del Notariado), tiene un aire carnavalero, que llega a sus puntos más claros en toda la dinámica de gestos toscos, groseros.

La versión no puede ser más uruguaya, hecho que unos actores subrayan más que otros. Hay alguna composición de personaje por momentos, y por otros reina una cosa mucho menos precisa, pero eficaz en cuanto a conseguir carcajadas. Un clima de despedida de soltero domina la puesta. Para reír un rato, una buena opción para los jueves.

Dirección: Nacho Cardozo. Con: Alejandro Camino, Bananita González y otros. Sala: Notariado, jueves, 21.00.

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