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Compañía de Danza Martin Inthamoussú prepara Amor, locura y muerte, para el Teatro Solís

La narrativa de Horacio Quiroga siempre vuelve al escenario, ya sea en clave de teatro o de danza. Ahora, Compañía de Danza Martin Inthamoussú prepara Amor, locura y muerte, que dará dos únicas funciones en el Teatro Solís, el martes 21 y miércoles 22 de noviembre, a las 21.00. Las entradas se venden en Tickantel, a $ 310 y $ 420.

u201cLa traducción de estos cuentos a la danza será el gran desafío, junto a cuatro bailarines uruguayos y cuatro españoles, que recorrerán el camino de la selva misionera para llevar al cuerpo físico el espíritu wagneriano de la obra creativa de Quirogau201d, cuenta Inthamoussú.

El espectáculo, que el coreógrafo uruguayo desarrollará junto a la creadora española Carmen Werner, trata principalmente de la muerte, aunque toca otros temas como la humanización de los animales, siendo éstos quienes junto a un pensamiento enteramente racional dirigen las respectivas historias. Pero aunque los animales portan raciocinio, éste acaba con la fuerza bruta del hombre.

Otro tema abordado por el equipo de artistas es la deshumanización del hombre, que cede su voluntad a los instintos más primitivos. Siguiendo sus impulsos surgen los problemas y la trama de varios cuentos. Un tercer tema es la apariencia.

Las obras de Quiroga han sido llevadas a escena infinidad de veces: sin ir más lejos, este año el Ballet Nacional Sodre Cuentos de la Selva, un espectáculo para niños que se hizo en las vacaciones de julio, con coreografías del propio Inthamoussú, Marina Sánchez y Andrea Salazar, y música de Roy Berocay. En clave de teatro, los relatos del maestro uruguayo del suspenso se han visto muchas veces, entre ellas en el Castillo Pittamiglio, en Visita nocturna con cuentos de amor, locura y muerte. También en el teatro infantil, Cuentos de la Selva se hizo varias veces, siendo un clásico de las vacaciones infantiles en Life Alfabeta.

La biografía en sí de Quiroga también ha sido llevada a las tablas, sobresaliendo el espectáculo Pasado amor, que el Teatro Circular llevó a escena, sobre texto de Víctor Manuel Leites, en el 2000. Pero quizá la quien más hondo llegó en esa dirección fue Fernando Nieto, con su obra Quiroga, con la luz prendida, un montaje que hurgaba en las oscuridades del escritor, jugando con sus cuentos y su vida. La obra se vio en la ex Fundación Espínola Gómez (Paraguay 1176), casi una década atrás, y su recuerdo sigue vivo entre los aficionados al teatro uruguayo.