La mediática y su marido están en medio de una crisis.

Que “linda” semana tuvieron el empresario Matías Garfunkel y su esposa Victoria Vanucci. Sin dudas el matrimonio está contando las horas para que los escándalos en los que se vieron metidos, terminen ya.

Lo cierto es que el matrimonio no da pie con bola esta semana. La polémica comenzó cuando aparecieron unas fotos de Vanucci posando en topless junto a lo que parecían cadáveres en nylon. Si bien se trató de una producción para el libro que está escribiendo, se dieron a conocer el mismo día de la marcha Ni una menos. Todo mal con Vanucci.

Como si la polémica no fuera suficiente, aparecieron fotos del matrimonio posando junto a varios animales muertos en un safari que realizaron. Inmediatamente salieron los defensores de los animales, y con razón. En seguida Garfunkel salió a decir que esas fotos pertenecen a su intimidad, que fueron sustraídas y que el tema está “siendo investigado por la Justicia en la causa de amenazas y violación de la intimidad”. Igual el mal ya está hecho.

Para terminar la semana se anunció que el ex dueño del Grupo Veintitrés tendrá que dar explicaciones en la justicia por otro tema. Al parecer algunas obras de arte y antigüedades fueron sacadas del país para una oficina que tiene Garfunkel en Miami. Las obras están cotizadas en más de un millón de dólares por lo que el empresario fue embargado y procesado sin prisión.

Al parecer al obras se encontraban en la casa de Garfunkel en el barrio porteño de Belgrano cuando se separó de su anterior esposa Mariana Gersztein y estaban sujetas a un embargo judicial a raíz de una demanda que le había puesto su ex abogado Adolfo Gustavo Verra por supuesto impago de sus honorarios profesionales.

Una semana para el olvido pasaron estos dos mediáticos argentinos, que han tenido por varios flancos, diversas críticas de esas difíciles de sortear.

FABIOLA BOUVIER

COLUMNA FARANDULERAFABIOLA BOUVIER