Björk nos ha acostumbrado a esperar lo inesperado de ella.

No es una logro menor en el contexto de la "música popular", esa que consta de canciones que se ponen en un mercado para que circulen y le reporten ganancias a quienes invierten en ellas. La islandesa llegó hasta eso gracias a una actitud que parece estar hecha de dos componentes: una gran curiosidad, y una voluntad de seguir la chispa inicial que despierta esa curiosidad hasta completar un hecho o artefacto artístico.

Porque Björk ha hecho de todo en su ya extensa trayectoria: videos experimentales, canciones pop, canciones excéntricas, vestuarios extravagantes, películas, performances, experimentos multimiediáticos, colaboraciones con artistas de todo tipo y color... En fin: de todo.

Su más reciente proyecto artístico parece —en comparación con algunos que ya ha realizado— casi modesto y convencional: versionar las canciones del álbum Vulnicura —publicado el año pasado— con una orquesta de cuerdas, la U Strings.

Si de por sí las canciones de Vulnicura eran como mutaciones caleidoscópicas, casi inasibles en sus inesperados giros y vericuetos, este disco a lo Kronos Quartet acentúa aún más esas cualidades. Es complicado hasta llamarlas canciones, porque entre sonidos de violines y cellos —entre otros instrumentos— Björk va disolviendo las estructuras que sostienen a una canción. Lo hace con una voz elástica y una pronunciación heterodoxa, como si lo que sale de su garganta fuera un instrumento más, no la voz principal de una estrella que es acompañada por músicos. De ahí que en este viaje musical, ella muy rara vez tire un ancla. Su nave navega casi todo el tiempo.

Artista: Björk. Producción: Björk. Músicos: U Strings. Autores: Björk, Arca, Oddiny Eir, Spaces.

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