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Veinte gigas de problemas que terminarán en un disco

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Ernesto Tabárez

MÚSICA

Ernesto Tabárez habla de lo nuevo de su banda, que toca en La Trastienda.

La luz que entra por la claraboya le da un toque entre celestial y surrealista al lugar. Por un pasillo al que se llega después de un par de tramos de escalera, las oficinas altísimas y pequeñas van apareciendo una a una, con colores, con música suave, con anuncios y hasta con globos. En algún rincón llora un bebé y en el vidrio de una puerta, un papel escrito a mano, en letra imprenta, parece ser una advertencia o un mensaje compartido con entusiasmo. Detrás de ese “¡Canciones nuevas!”, el nuevo disco de Eté & Los Problems sigue tomando forma.

Hay poco en el estudio en el que Ernesto Tabárez se instaló hace unos meses. Un sillón negro descascarado, un par de escritorios a medio vestir, una computadora pequeña conectada a unos parlantes que suenan fuerte y claro, auriculares de los grandes, unas guitarras que esperan que alguien las tome.

Hay también un mate recién hecho, botellas en el piso y un paquete de tabaco a medio consumir, que será lo último que tomará Tabárez antes de dejar la habitación en la que ahora suenan dos canciones nuevas de Los Problems, la banda que lidera hace más de una década pero que logró el éxito (¿el éxito?) hace dos, casi tres años, con su disco El éxodo.

Dirá Eté antes de salir del cuarto, que le da mucha vergüenza que alguien escuche las canciones en el estado en que están. Si el disco ya estuviera listo, asegura, no le pesaría tanto el play como le pesa el de ahora, que desnuda algo que siente demasiado privado, demasiado personal. Demasiado suyo.

Eté & Los Problems
Eté & Los Problems. Foto: Ernesto Ryan

“Esto tiene que ver con Los Problems pero soy yo solo, entonces es bastante extraño de mostrar”, dirá al comienzo de la charla. “Son cosas que yo hago para desarrollar cosas que estoy pensando, y después la agarran los pibes y se empiezan a transformar. Mientras tanto, es un caos de 20 gigas. Son 20 gigas de problemas, de los que voy rescatando lo que puedo para ir armando algo. No tengo bien claro cómo explicarlo todavía porque no está terminando. Ni siquiera está grabado, ni siquiera estamos ensayando un disco para grabarlo ya. Todavía no terminé de escribirlo siquiera”, aclara, aunque después dirá que sí, que tal vez ya lo terminó y no lo sabe.

Lo que Tabárez tiene entre manos, lo que todavía no puede explicar, es el cuarto disco de Eté & Los Problems, la banda que en 2015 trepó a lo alto del rock uruguayo —calidad venía mostrando desde antes, pero hasta entonces le faltaba el golpe definitivo— con un gran disco, El éxodo, y un hit como bandera, “Jordan”. Todo eso le valió tres premios Graffiti, una cantidad de conciertos en el país, en Argentina e incluso en Europa; y el hecho de haberse convertido en una de las pocas bandas de rock uruguayas post Pilsen Rock que tiene cierta popularidad y canciones radiales, pero sin perder la esencia.

Por todo eso y más, El éxodo se merece una despedida a lo grande y será en el mismo escenario donde fue su presentación: en La Trastienda, el 3 de noviembre a las 21.00. Las entradas ya están en venta en Red UTS desde 400 pesos.

Esta fiesta servirá, además, para mostrar un par de canciones de las que estarán en el próximo álbum. Seguramente serán las mismas que Tabárez mostró en su estudio, a pesar de la vergüenza: “Cacería”, en la que el golpe seco del bombo se alía con el clima que genera el sintetizador para definir una intensidad pesada como la de la calma después de la tormenta, sobre la que el cantante deja que su voz se rompa; y “Máquina del tiempo”, un rock fuerte a lo Sonic Youth, con una batería que es demoledora.

—¿En qué momento sentiste que había un disco cerca?

—Estuvimos en enero y febrero en Europa, y yo me quedé marzo. Mi idea era escribir un disco juntos, algo que no habíamos hecho, y me salió remal porque no nos daban las fuerzas. Estábamos cansados, es difícil llevar adelante una gira, y el espíritu para escribir un disco tiene que ser otro, hay que tener ganas de jugar. Y no estábamos con ganas de jugar, estábamos cansados y de mal humor. Entonces lo que terminó pasando es que yo volví, me encerré en una casa que me prestaron, agarré todo lo que había grabado antes de Alemania, todo lo que tenía en el celular (y después encontré que tenía los archivos de otro celular), y me senté dos semanas o más a escuchar todo. Porque nunca sabés qué puede pasar. Entonces me tomé el trabajo de escucharlo todo, lo que me hizo odiarme bastante; hice un orden de colores, salí de esa casa y alquilé otra en Ciudad Vieja, y en un momento de todo eso fue: “Ah, estoy mucho más cerca de lo que pensaba”.

—¿Y cuál es el disco que querés hacer?

—Sé que quiero un disco con más instrumentos, con más timbres. El éxodo, por su naturaleza, necesitaba ser un disco que se pudiera mover fácil. Y en este disco yo quiero, también para no aburrirnos, que haya guitarras de nylon, bandoneones, sintetizadores. Quiero un disco más rico, con más capas. El éxodo es un disco, en su producción, muy frontal, y quiero un disco más espeso en eso. Y después quiero un disco con menos palabras, más sugerente, que evoque más cosas y deje espacios para que el otro sea quien quiera ser adentro de las canciones. Y en el fondo es encontrar canciones lindas. Quiero que sean canciones lindas, y todavía no tengo todas las canciones lindas que quiero.

"Quiero que sean canciones lindas, y todavía no tengo todas las canciones lindas que quiero"

Ernesto Tabárez, de ETE y Los Problems
Ernesto TabárezFrontman de Eté & Los Problems

—Igual El éxodo es un disco que tiene mucho silencio.

—Este capaz que tiene más, sí. Creo que hay un camino hacia el silencio. Yo hablo mucho, en la gira hablé mucho y era insoportable para los demás. Ir en una camioneta conmigo es difícil. Entonces, cuando todos se volvieron y yo me quedé solo, no tenía con quién hablar y me hizo bien. Esa es la sensación que quiero transmitir: vamos a calmarnos. Al mismo tiempo, el disco va a ser intenso porque es un disco de Los Problems: yo a los pibes les tiro un flan y me devuelven una piedra.

EN VIVO

Tabárez y el vínculo de la banda con el público

De cara al próximo disco, Tabárez piensa que va a venir a equilibrar, incluso desde lo temático con una idea de fundación, lo que dejó El éxodo. “Y también quiero que sea un disco que celebre algunas cosas que descubrimos en El éxodo”, explica, como el hallazgo de una “manada” que acompaña su recorrido.

“Y obviamente queremos que le guste a un montón de gente porque ya vimos qué lindo que es”, explica el compositor, “pero no hay nada que podamos hacer en esa dirección. Lo único que podemos hacer es hacer canciones que nos gusten, y esperar que le gusten a más gente”.

—Con El éxodo, afianzaron mucho el diálogo con el público.

—Sí. Al mismo tiempo, usamos muy poco el diálogo, ¿viste? En términos concretos y figurativos. Nosotros siempre hemos traído un grupo de canciones, las hemos puesto sobre la mesa y hemos dado un paso al costado para ver qué pasa. No te vamos a hacer una encuesta a ver qué tipo de canciones te gustan así las arreglamos; no funciona así lo que nosotros hacemos.

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