LA PROPIA DISCOTECA
La columna dedicada a mostrar un canon personal de la música popular. Hoy: American Idiot de Green Day
Hay momentos en la vida, digamos en la adolescencia, en que uno siente que nadie lo entiende, que nadie puede comprender esos grandes dramas (cuánta intensidad) con sabor constante a fin del mundo. Y en esos momentos, no hay nada como un disco salvador, un disco que venga a decirnos que no estamos solos.
En 2004 Green Day, ya consolidada como una buena banda punk con mucho recurso pop bien usado, editó un álbum redondito que fue, para toda una generación, un abrazo, un grito de guerra colectivo: American Idiot.
Encarado como una ópera rock a lo The Who y con un discurso social y criticón (aunque por supuesto no tan profundo ni filosófico) a lo Pink Floyd, Billie Joe Armstrong y su troupe contaron en 13 canciones —varias de ellas con distintos movimientos o secciones— la historia del Jesús de Suburbia, un antihéroe estadounidense en tiempos posterroristas y en plena gestión de George Bush.
Con enojo y baile, con estribillos contagiosos y baterías feroces, los Green Day contaron una historia llena de imágenes tristes y de melancolía, con instancias épicas (algunos momentos de “Jesus of Suburbia”, “Are We The Waiting"), baladas que se convertirían en clásicos (“Wake Me Up When September Ends”) y puro punk ramonero (“Letterbomb”, “She’s a Rebel”). Hicieron una gran canción de casi una hora que, 13 años después, sigue sintiéndose como un abrazo.