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"Los escritores nos sentimos un poco Dios"

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Paul Auster. Foto: AFP
La Tercera - FRANCE-CINEMA-AUSTER - ACE - Cinema - US director-author, Paul Auster poses, 11 October 2007 in Paris, prior to the presentation of his latest film "The Inner Life of Martin Frost". It is Auster's third film as a director after "Blue in the Face" co-directed with Wayne Wange in 1995 and "Lulu on the Bridge," showed in competition at Cannes in 1998. AFP PHOTO STEPHANE DE SAKUTIN FRANCE-CINEMA-AUSTER FRANCE-CINEMA-AUSTER - Paris - FRANCE - STEPHANE DE SAKUTIN - bla/fa¶Paul Auster. Anécdotas, historias y recuerdos íntimos del autor.¶
STEPHANE DE SAKUTIN - STR - AFP /AFP

Con Paul Auster

El estadounidense habla de su nueva novela, 4321, ya editada en Uruguay

Paul Auster no se esconde. Siempre ha jugado a ser Dios con la vida de sus personajes, ha creado y quitado vidas a su antojo, alterado plácidas existencias con sus juegos de azar. Pero en los últimos años lo ha hecho con más intensidad que nunca en 4321 (Seix Barral), su primera novela en siete años, que en realidad son cuatro: las cuatro vidas posibles que se inventó para su protagonista, Archibald Isaac Ferguson, nacido como él en 1947 en su misma ciudad, Newark, y como él descendiente de una familia de inmigrantes judíos centroeuropeos. “No soy Archie, esta no es una novela autobiográfica comparte mi tiempo y mi geografía, pero no es yo”, dijo el escritor.
Vestido de traje negro y camisa gris y recibido como una estrella por decenas de periodistas tan interesados en su obra como en sus críticas opiniones sobre la presidencia de Donald Trump, Auster recaló en Madrid dentro de la gira europea de promoción del libro que inició a principios de agosto y que le tiene exhausto. La crítica la celebra como la mejor de sus 17 ficciones. Sí es el trabajo más ambicioso.
“Siempre trato de olvidar lo que hice anteriormente”, dice, “repensarlo, reexaminar mis pensamientos sobre lo que es la escritura y su función, y retarme a mí mismo con nuevas aproximaciones a la novela, el trabajo biográfico o incluso el ensayo”.
Dedicada a su mujer, la escritora Siri Hustvedt, 4321 no es solo la novela más extensa de su trayectoria —960 páginas— es también en la que ha dejado mayor margen a la improvisación — “escribí el libro a ciegas, bailando a través de las frases, sin saber qué era lo siguiente que iba a suceder”— y la de arquitectura más compleja de cuantas ha escrito. Con un personaje central desdoblado en cuatro, el autor de La trilogía de Nueva York, Mr. Vértigo y Leviatán plantea una historia sobre el desarrollo humano hasta la entrada en la edad adulta en la que lleva hasta el límite su obsesión sobre la fuerza de lo inesperado en la construcción de la identidad. “No me considero un novelista del azar. Lo inesperado forma parte de la vida. No hay en mis libros una interpretación mística o teológica, cuento historias en las que intento representar el mundo como lo entiendo”, dice.
No por repetidos pueden obviarse dos sucesos de su biografía que explican por qué el autor vuelve una y otra vez sobre lo mismo. El primero ocurrió el verano de sus 14 años, cuando le pilló una traicionera tormenta de rayos que acabó con la vida de uno de sus compañeros de campamento. “Ese día me di cuenta de que a cualquiera le puede pasar cualquier cosa en cualquier momento”. El otro, es la muerte de su padre a los 66 años mientras hacía el amor.
4321 tiene otros ingredientes habituales de las novelas del Príncipe de Asturias 2006. Para empezar su característico humor —”la vida es trágica y cómica a la vez, somos personas ridículas, con perdón”, justifica— y también su pasión por los deportes. “Cuando era joven eran lo más importante de mi vida. Sobre todo el béisbol, pero también el baloncesto, el fútbol americano y el tenis. A los 16 pensé en convertirme en profesional pero luego muy rápidamente empecé a leer buenos libros, me enamoraba una y otra vez de chicas diferentes, salía a fumar y a beber y todas esas cosas deliciosas que hacen los adultos y me di cuenta de que había cosas mucho más interesantes que el béisbol”.

CONCIENCIA POLÍTICA. La otra constante de su vida y obra es su conciencia política y social, también patente en 4321 por lo que encierra de viaje por el siglo XX estadounidense. John Fitzgerald Kennedy, Martin Luther King, el movimiento por los derechos civiles... el libro está plagado de hechos históricos que, vistos los recientes incidentes de Charlottesville, hacen pensar que las cosas no han cambiado tanto en América. “La nueva administración está alentando la división racial”.

Libro
Auster
4321 de Paul Auster
Editorial:Seix Barral
Páginas:630
Precio:370 pesos

La nueva novela del autor de Leviatán y La trilogía de Nueva York

La gira promocional no ha acabado con el Auster más combativo. El escritor, que se niega a visitar países como China o la Turquía que encarcela periodistas, reparte abundante leña en su propio país. “Donald Trump no es solo una amenaza para Estados Unidos, es una amenaza para el mundo, un maniático y un psicópata” que lidera una nación que nació con vocación “integradora e inclusiva” pero que se fundó, a su juicio, en “dos crímenes”: el genocidio indio y la esclavitud. “América nunca ha abordado estos asuntos. Lo importante es que ahora los periodistas presten atención e informen de lo que está pasando, la poesía y la ficción vendrán después. Pero ahora tenemos que prestar atención y no permitir que sucedan las cosas que ocurrieron en la década de 1930.
Escritor, guionista y director de cine, Auster empezó a escribir con 12 años, antes incluso de descubrir el béisbol. Estudió literatura francesa, italiana e inglesa en la Universidad de Columbia (Nueva York), vivió en París, trabajó en un petrolero y en 1976 publicó con escaso éxito su primera novela, Jugada de presión. La invención de la soledad (1982), escrita tras la muerte de su padre, le dio la fama. Y también el impulso para seguir adelante en una gran aventura: la de jugar a ser Dios.

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