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"No conozco cómo es no ser famosa"

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"No es tan fácil ser la hija de..." Foto: Foto: gentileza El Planeta Urbano

La hija de Marcelo habló de todo con El Planeta Urbano y protagonizó una sexy producción de fotos.

Por alguna razón que ni ella misma sabe explicar, Candelaria Tinelli, la hija artista plástica y debutante en el mundo de la moda de Marcelo Hugo , genera una atracción especial en la gente. Arisca con la prensa, tímida hasta el paroxismo, se asoma al mundo de la fama con las redes sociales como intermediario ideal, y cada tanto deja que el gran público se cuele en su intimidad cuando postea fotos sensuales y artísticas.

Pero a la hora de lanzarse como empresaria con su marca de ropa, Madness, no le queda opción que enfrentarse a una entrevista y hablar de todo lo que se le quiera preguntar. Es parte del juego, y lo sabe. "Lo más complicado es esto, poner la jeta, con el resto, todo bien, me encanta el laburo", dice en una entrevista exclusiva con El Planeta Urbano, revista para la que protagonizó además una espectacular producción de fotos.

En ánimo de confesiones, contó cómo venció las barreras de la timidez y cómo aprendió a vincularse con la fama: "Todo el mundo está muy pendiente de lo que subo [a las redes sociales], obviamente por mi viejo. Pero yo trato de darle cada vez menos bola a lo que se dice y relajarme".

Consultada sobre lo que más le enoja, fue tajante: "Las interpretaciones de la prensa, cuando inventan y hablan al pedo. Pero trato de no agarrarme de eso porque sino me vuelvo loca. De hecho, antes leía todo, y ahora casi nada. Ya no pierdo el tiempo viendo si opinan bien o mal de mí, no me suma".

Es la segunda hija de Marcelo Tinelli y creció a medida que su padre se convertía en el número uno de la televisión. Lo vivió todo junto a él y nunca se separó de los flashes. Por eso admite que no conoce "cómo es no ser famosa". "Para mí es algo normal. No es que yo me sienta famosa ni nada, cero. Pero crecí así, es lo que me tocó", dice,

Y reconoce que debe manejarse con responsabilidad por el impacto que generan cada uno de sus movimientos: "Es cierto que no me puedo mandar cualquiera. Ni en la calle, ni en la vida, ni siquiera al tuitear algo. Siempre me tengo que estar cuidando y andar atenta a todo. Es algo que fui aprendiendo y en lo que nos fueron asesorando a mi hermana y a mí. Soy humana, me enojo, pero fui aprendiendo a controlar las emociones".

Una frase suya levantó polémica recientemente: "Al que juzgue mi camino le presto mis zapatos". "Me hicieron mierda", contó y agregó en su defensa: "La gente cree que por ser hija de... una no tiene problemas, que todo es perfecto. Y la verdad es que nadie se salva de los problemas, todos los tenemos, yo tengo problemas. Y esto es un poco lo que quería transmitir en esa frase. Tampoco es fácil ser hija de alguien tan conocido. No es que yo me levanto y me están abanicando y me tomo un daiquiri. Mi vida no es así. Tengo tal vez más facilidades que el resto de las personas, pero nada más".

Gran admiradora de su padre, de quien dice que es su inspiración a la hora de trabajar por "la pasión que le pone a cada cosa que hace, la dedicación y la constancia", heredó su amor por los tatuajes. Tiene muchos en todo el cuerpo.

Consultada sobre si se arrepiente de haberse marcado para toda la vida, la joven empresaria ensaya una reflexión más metafísica: "Estamos de paso. Yo no sé qué me va a pasar mañana, así que no me puedo preocupar por qué va pasar con el tatuaje dentro de diez años ¡Qué sé yo qué va a pasar cuando sea vieja, tal vez ni siquiera esté viva! Prefiero pensar en el hoy y si me convierto en una vieja toda tatuada, bienvenido sea".

El eterno femenino de una imaginativa pintora
"No es tan fácil ser la hija de..." Foto: Foto: gentileza El Planeta Urbano

candelaria tinelliLA NACIÓN/GDA

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